Fernando Grande-Marlaska vuelve a ser epicentro de la polĂ©mica por la equiparaciĂłn salarial de la PolicĂa Nacional y la Guardia Civil. El ministro de Interior asegurĂł a las cĂşpulas sindicales que trabajarĂa para mejorar las nĂłminas de los agentes de ambos cuerpos dependientes del Estado en la reuniĂłn del pasado martes, de la que salieron muy satisfechos los representantes de estos funcionarios. Los sindicatos mostraron el fallo de la Audiencia Nacional, que exige a una equiparaciĂłn salarial efectiva, pero la sentencia no era firme.
Marlaska les asegurĂł que el Gobierno no iba a recurrir dicha orden judicial, pero lo hizo, tal y como comunicĂł el propio juez a los afectados al dĂa siguiente. La maniobra del ministro de Interior ha arrojado más leña al fuego y sindicatos policiales, como EquiparaciĂłn YA (EYA), se han negado a asistir al prĂłximo pleno del Consejo de la PolicĂa. No obstante, bien podrĂa tratarse de una estrategia del sindicato para diferenciarse del resto.
La Audiencia Nacional obligó al Gobierno a hacer valer su acuerdo firmado en 2018. El titular de Interior sacó pecho por aquel acuerdo, aunque el compromiso lo rescató el Gobierno de Mariano Rajoy. De hecho, aseguró que el Gobierno de Pedro Sánchez le dio forma en apenas cuatro meses.
LOS HECHOS DESMIENTEN LA PALABRA DE MARLASKA
El compromiso firmado mostrĂł que la voluntad polĂtica abrĂa las puertas y el ministro de Interior iniciĂł con buen pie y sintonĂa su andadura. Marlaska hablĂł entonces de acuerdo «histĂłrico», de sentirse «orgulloso» y alabĂł la discreciĂłn de los sindicatos en las negociaciones. Un trabajo que calificĂł de «silencioso, callado, pero efectivo». El plan se iniciĂł con 700 millones de euros anuales para aumentar las nĂłminas de octubre de 2018 y resarcir los atrasos de enero a septiembre de ese mismo año. Pero no se cumpliĂł.
Marlaska dio y sigue dando largas a cada una de las reivindicaciones de los sindicatos de la PolicĂa Nacional y Guardia Civil
Entre otros puntos, se acordĂł la necesidad de reconocer las «mejoras» de las pensiones con carácter retroactivo de los policĂas nacionales y de guardias civiles para equipararse de forma efectiva con los cuerpos autonĂłmicos y policĂas locales; asĂ como reconocer a ambos como «profesiones de riesgo», que darĂan un plus a los salarios y anticipar la jubilaciĂłn a los 59 años sin pĂ©rdidas de poder adquisitivo; y disfrutar de pagas dobles, como perciben los agentes de la policĂa local y autonĂłmica. Marlaska dio y sigue dando largas a cada una de las reivindicaciones.
Los sindicatos llevaron el asunto ante los tribunales para exigir el pago, ganaron toda la batalla, pero Marlaska tenĂa aĂşn la opciĂłn de recurrir, como hizo, con la misma discreciĂłn con la que evitĂł pagar a los agentes. De hecho, el director general de la PolicĂa Nacional trasladĂł a los propios sindicatos la intenciĂłn de Marlaska de dar cumplimiento al mandato de la Audiencia Nacional y que no habrĂa recurso alguno a la sentencia.
MARLASKA, RETICENTE A CUMPLIR CON LA POLICĂŤA NACIONAL
El fallo señala que el Ministro de Interior debe incentivar la creaciĂłn de puestos de trabajo y tramitar la ley de igualdad retributiva para poner fin a la brecha salarial entre los agentes de la Guardia Civil y PolicĂa Nacional respecto a la Ertzaintza y los Mossos d’Esquadra, quienes realizan el mismo trabajo, pero significativamente cobran más, unos 500 euros mensuales sin contar ni horas extras ni tampoco otros complementos.
«No es la primera vez que las palabras se quedan en eso, palabras, por lo que EYA, va a permanecer vigilante en todo momento para adecuar las medidas de presión necesarias hasta que se cumpla con la Equiparación», afirma el sindicato EYA.
La reivindicaciĂłn de poder jubilarse a los 59 años, como disfrutan policĂas locales y de los cuerpos autonĂłmicos, supondrĂa unos 115 euros más al mes en la nĂłmina de la pensiĂłn si se declarara la profesiĂłn como de riesgo. SegĂşn los cálculos, un agente con 40 años de servicio obtendrĂa actualmente 1.770 euros al mes en la jubilaciĂłn, frente a los 1.885 euros que tendrĂa con las exigencias sindicales para la equiparaciĂłn. En la actualidad, se está cobrando unos 700 euros menos al año respecto al resto de agentes que dependen de los Ayuntamientos y Comunidades AutĂłnomas.
EL MINISTRO DE INTERIOR CUMPLE CON ERC
Además, la guerra sindical contra Marlaska se aviva con los pactos entre el PSOE y ERC, en los que se ha sellado el pago de 1.600 millones para sufragar las nuevas plazas de los Mossos d’Esquadra. Este cuerpo autonĂłmico está sumido en una crisis institucional con la Guardia Urbana de Barcelona debido al empuje del PSC en la Ciudad Condal. Los mandos policiales de la Generalitat se niegan a que sean policĂas locales quienes realicen la labor y competencias de los Mossos.
Marlaska sĂ ha cumplido con ERC ante la necesidad de conseguir sus votos en el Congreso de los Diputados para aprobar, entre otras leyes, los Presupuestos Generales del Estado. Los sindicatos policiales sĂ han mostrado su oposiciĂłn al considerar que se les prometiĂł el pago de 300 millones de euros y se hará entrega ahora del quĂntuple a la Generalitat.
El Ejecutivo de Pere Aragonès disfrutará asĂ de una mayor dotaciĂłn de efectivos a costa de todos los españoles, con una plantilla que superará los 22.000 agentes en 2030, más que en pleno desafĂo separatista por el ‘procĂ©s’. De esta forma, se incrementará la plantilla en un 20%.
Este acuerdo, además, supone la supresiĂłn de plazas para la PolicĂa Nacional y Guardia Civil en Cataluña, cuyos efectivos merman año tras año al no haber reemplazo en algunos puestos clave. Además, los Mossos d’Esquadra se están haciendo con competencias exclusivas de ambos cuerpos estatales.
«El Gobierno se compromete a transferir anualmente, al objeto de que Cataluña ejerza competencias transferidas no homogĂ©neas vinculadas a la seguridad ciudadana, desde 2024 y hasta 2030, el resultado de aplicar al mĂłdulo acordado, la diferencia entre el nĂşmero de efectivos de Mossos d’Esquadra certificado de cada año y los efectivos certificados de 2021», apunta el acuerdo sellado entre el PSOE y ERC.