Los empresarios están hartos de las políticas de Pedro Sánchez que les suponen un ataque permanente. No solo por los impuestos ‘temporales’ fijados a la banca y a las compañías energéticas, sino las políticas sociales que muchas veces afectan a la marcha empresarial, o los cambios fiscales o laborales que suponen mayor presión para sus cuentas de resultados. El presidente del Gobierno intenta en esta legislatura congraciarse con ellos, pero los principales directivos del país han empezado a exigirle que, primero, las deje de atacar.
Los intentos de acercamiento empezaron en la cumbre de Davos, con un Pedro Sánchez casi paternalista les pidió su implicación para mejorar las condiciones de trabajo de sus trabajadores. El objetivo, les explicó, es acabar con el neoliberalismo. El presidente del Gobierno se ha visto en el Foro de Davos con algunos de los principales CEOS del país: José Manuel Entrecanales Domecq (Acciona), Héctor Grisi (Banco Santander), Onur Genç (BBVA), Carlos Torres Vila (BBVA), Maarten Wetselaar (Cepsa), Rafael del Pino (Ferrovial), Ignacio S. Galán (Iberdrola), Francisco Reynés (Naturgy), Josu Jon Imaz (Repsol), José María Álvarez-Pallete (Telefónica) y José Luis Blanco (Nordex).
En ese encuentro informal, Sánchez, tras advertirles del neoliberalismo y de que «no caigan en la trampa» de los medios de comunicación y partidos políticos radicales que están obsesionados con «proyectarnos como rivales sistémicos y que se lucran vendiendo polarización», saludó a los directivos en lo que han llegado a definir como el «cuarto de las escobas» del Foro. Se trataba de un encuentro discreto y «cordial» que desde la misma Moncloa difundieron para que no pasara desapercibido, y los aplausos que les dieron los principales presidentes del Ibex, según confirmaron después, no estaban dirigidos a Sánchez, sino que era un homenaje de los empresarios al CEO de Cepsa, Maarten Wetselaar, quien acababa de recoger el Best Vision of the Future 2024 que le había entregado la revista Forbes en el marco de Foro Económica y Mundial.
SÁNCHEZ PRETENDE PONER EL CONTADOR A CERO CON LOS EMPRESARIOS
Lo más llamativo de todo fue el saludo de Sánchez y Rafael del Pino, a quien le dijo «me alegro de verte», olvidándose de los insultos que a lo largo de 2023 dirigieron contra el empresario sus ministras Nadia Calviño, Yolanda Díaz, María Jesús Montero y el propio Sánchez por sacar su sede fuera de España. Hasta le llegaron a llamar «antipatriota», pero así son los políticos. Sonrisas y buena cara. Solo fue un encuentro «cordial», pero sin más.
Después ha continuado con otros encuentros «discretos» o coincidiendo en citas empresariales como el Spain Investors Day. Pero el sector empresarial le está dejando claro que «no más ataques a las empresas». Así se lo transmitieron otra reunión privada con la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE), a la que asistieron, entre otros, el presidente del Grupo Barceló, Gabriel Escarrer o el presidente de CEDE, Isidre Fainé. La reunión la había pedido el propio Sánchez.
En esta legislatura quiere poner el contador a cero con los empresarios, aunque manteniendo algunos de sus polémicos impuestos. Aun así, en el almuerzo al que asistieron unos 20 representantes de CEDE, el presidente del Gobierno les explicó las líneas prioritarias de esta legislatura, así como sus previsiones macroeconómicas. Pero, según publica El Español-Invertia, no solo habló Sánchez.
También los empresarios tomaron la palabra para darle a conocer sus preocupaciones sobre la economía, pero según explican algunos de esos empresarios, también le repitieron hasta la saciedad que «no haya más ataques a las empresas», ni mensajes contra ellos, ni impuestos sorpresa, ni cambios de leyes… ni nada que haga variar su gestión y proyecciones, que llegan a alterar hasta sus inversiones.
LOS EMPRESARIOS SE QUEJAN DE TODOS LOS CAMBIOS FISCALES Y NORMATIVOS Y DE LA PRESIÓN FISCAL
Junto a los ataques, también le explicaron que debe «proteger» a las empresas porque son las que generan riqueza y empleo, y recalcaron la necesidad de la colaboración público-privada. Y no faltó una referencia a la presión fiscal. Es en este ámbito donde Sánchez recibió las mayores quejas porque los balances de las empresas se ven resentidos por las modificaciones en las cotizaciones sociales, los impuestos a la banca y energéticas, el tipo mínimo en el impuesto de sociedades y los cambios tributarios permanentes.
Así no hay empresa que pueda organizarse. En Moncloa aseguran que el presidente ha tomado nota de todo lo que le han dicho los empresarios, por lo que se sintieron escuchados por primera vez en muchos años.
Sin embargo, no parece que Sánchez le haya transmitido estos mensajes a algunos miembros de su gobierno, porque pasados unos días del encuentro, las vicepresidentas Teresa Ribera (contra Josu Jon Imaz de Repsol- y Yolanda Díaz -contra las empresas del Ibex y los suelos de los directivos- volvieron a la carga.
CARLOS CUERPO INTENTA MEJORAR LAS RELACIONES CON LA BANCA
Pero Sánchez no es el único que está intentando tender un puente con los empresarios. El recién nombrado ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, también ha intentado suavizar las relaciones con los presidentes de los principales bancos del país y recuperar las relaciones con el sector bancario. Previamente, Cuerpo aprovechó el Foro de Davos para reunirse con directivos de S&P, ING, Umicore y AstraZeneca.
Cuerpo se ha reunido a principios de esta semana, uno a uno, con José Ignacio Goirigolzarri (Caixabank), Carlos Torres (BBVA) y Antón Arriola (Kutxabank), y al día siguiente con Ana Botín (Banco Santander), Josep Oliu (Sabadell) y Manuel Azuaga (Unicaja Banco). Su objetivo ha sido acercar posturas. Cuerpo no les es ajeno, ya que antes de llegar al ministerio era el responsable del Tesoro Público y se reunía con frecuencia con representantes de la banca.
El ministro quiere rebajar la tensión con el sector tras el anuncio del Gobierno a principios de la legislatura de prorrogar el impuesto a la banca un año más, e incluso hacerlo permanente, una posibilidad que sigue vigente y que hasta podría salir este mismo año.
Pase lo que pase con el impuesto, uno de los objetivos que debe cumplir el nuevo ministro es crear la Autoridad de Defensa del Cliente Financiero, que quedó pendiente de la anterior legislatura ante el adelanto electoral. El Consejo de Ministros pretende tramitarlo por vía de urgencia, aunque la banca siempre se ha opuesto a la creación de esta autoridad.