Desde los confines de la red hasta la mesa de nuestra cocina, los fenómenos virales gastronómicos han demostrado su capacidad para sorprendernos y dejarnos con el paladar intrigado. Uno de los últimos en hacerse viral cuenta con más de 33 millones de reproducciones, un éxito rotundo que ha llamado la atención de los internautas y reposteros por igual.
La receta que nos ocupa es el ejemplo perfecto de cómo la sencillez puede conquistar los gustos más exigentes, al tratarse de un delicioso bizcocho elaborado únicamente con dos ingredientes. La simpleza de su preparación y el resultado esponjoso y agradable han hecho que esta receta sea una que muchos quieren probar ya.
3¿CÓMO SE PREPARA ESTA MARAVILLA?

Así que, ¿cómo se consigue esta delicia culinaria? La preparación es más sencilla de lo que uno podría imaginar. Primero, es importante precalentar el horno y preparar un molde para que nada falle en el último momento. Luego, separamos las yemas de las claras de los huevos, trabajando estas últimas hasta conseguir una mezcla esponjosa y blanca como las nubes del cielo. Ahí es donde entra en juego la habilidad del repostero para incorporar el aire necesario que dará después la textura deseada al bizcocho.
El chocolate es el otro gran protagonista. Debe fundirse al baño María o en el microondas, procurando que no se queme y manteniendo una textura suave y manejable. Este proceso requiere de cuidado y atención, es el corazón saborístico de nuestro dulce. Una vez que el chocolate se ha atemperado ligeramente, se mezcla con las yemas para luego incorporar, poco a poco y con movimientos envolventes, las claras a punto de nieve. Aquí es vital no perder el aire incorporado previamente que aportará la esponjosidad.
Finalmente, una vez que la mezcla es homogénea y aireada, se vierte en el molde y se lleva al horno, donde se transformará en una esponjosa maravilla. El tiempo de cocción varía, pero en general ronda entre los 25 y 35 minutos, según el horno y el molde elegido. Una vez horneado, hay que tener paciencia y esperar a que se enfríe antes de desmoldarlo para revelar su textura perfecta y su sabor profundo.
En definitiva, este bizcocho de solo dos ingredientes ha demostrado que, en muchas ocasiones, la genialidad reside en la simplicidad. Un postre que se ha ganado el aplauso global por su sabor, su textura y su capacidad de sorprender tanto en la cocina como en la red. Una receta que, sin duda, debes probar ya.