Estos son los cambios instantáneos en tu cuerpo tras decir adiós al hábito de fumar

Dejar de fumar es uno de los cambios más significativos y beneficiosos que puede hacer una persona por su salud. Este hábito, profundamente arraigado en la vida de muchos, tiene efectos perjudiciales en casi todos los órganos del cuerpo, incluyendo el corazón y los pulmones.

No obstante, el cuerpo humano muestra una asombrosa capacidad de recuperación una vez que se elimina el consumo de tabaco. A continuación, detallaremos los cambios instantáneos y progresivos que experimenta el cuerpo tras abandonar este hábito.

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DEJAR DE FUMAR: MEJORAS EN LA CIRCULACIÓN SANGUÍNEA

Tras las primeras 20 minutos de haber dejado de fumar, la presión sanguínea y el pulso, que suelen estar elevados debido a los efectos del tabaco, comienzan a retornar a sus niveles normales. Esto significa una mejora inmediata en la circulación sanguínea, permitiendo que la sangre fluya más fácilmente por las arterias y venas.

A lo largo de las próximas 12 horas, los niveles de monóxido de carbono en la sangre, un gas tóxico presente en el humo del cigarrillo, disminuyen hasta normalizarse, mejorando la capacidad de la sangre para transportar oxígeno.

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