En el intrincado laberinto de normativas que rigen la circulación por las carreteras españolas, hay ciertas líneas rojas cuyo cruce puede tener consecuencias mucho más severas que una simple sanción económica. Hablamos de situaciones que, de un plumazo, pueden dejar a un conductor sin su vehículo en plena vía, una medida drástica pero contemplada por la DGT ante infracciones que comprometen gravemente la seguridad vial o el ordenamiento legal. La sensación de ver cómo precintan tu coche al borde de la carretera es, sin duda, una de las experiencias más desagradables y costosas que un conductor puede enfrentar, y conocer los motivos exactos es el primer paso para evitarla.
Este tipo de intervenciones no son caprichosas ni aleatorias; responden a un marco legal muy claro que busca proteger tanto al infractor como al resto de usuarios de la vía. La Dirección General de Tráfico es contundente cuando se trata de ciertas faltas, y la inmovilización inmediata del vehículo es una herramienta disuasoria y ejecutiva de primer orden. Ignorar la obligatoriedad de un seguro o las resoluciones desfavorables de una Inspección Técnica de Vehículos no solo acarrea una multa, sino que activa un protocolo que puede convertir un trayecto rutinario en una auténtica pesadilla logística y financiera, un escenario que nadie desea protagonizar.
2LA ITV CADUCADA O DESFAVORABLE: DOS CARAS DE UNA MONEDA QUE LA DGT NO PERDONA

La Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es otro pilar fundamental de la seguridad vial, un control periódico que asegura que los vehículos que circulan por nuestras carreteras cumplen unos mínimos requisitos técnicos y medioambientales. No pasar la ITV, o circular con ella caducada o con un resultado desfavorable, es una irresponsabilidad que la DGT sanciona con rigor. Una ITV caducada implica que el vehículo no ha sido sometido a la revisión en el plazo establecido, mientras que una ITV desfavorable significa que se han detectado defectos graves que deben ser subsanados para poder circular legalmente.
En el caso de una ITV desfavorable, el vehículo únicamente está autorizado a desplazarse desde la estación de ITV hasta el taller para reparar los fallos detectados, y posteriormente regresar a la estación para una nueva inspección. Circular con una ITV desfavorable para cualquier otro propósito, o con una ITV caducada, puede llevar a la inmovilización del vehículo si así lo consideran los agentes, especialmente si los defectos detectados comprometen seriamente la seguridad. La DGT insiste en la importancia de mantener la ITV al día como un acto de responsabilidad individual y colectiva.