Restaurantes que sorprenden con unos callos a la madrileƱa con mucho morro

Llega el frĆ­o y cada vez apetecen mĆ”s platos de cuchara. ĀæY por quĆ© no unos deliciosos callos? Desde Candela Restaurante a Hevia, aquĆ­ te lanzamos algunas propuestas para disfrutar de uno de los platos mĆ”s castizos: los callos.

  • Llega el frĆ­o y cada vez apetecen mĆ”s platos de cuchara. ĀæY por quĆ© no unos deliciosos callos?
  • Desde Candela Restaurante a Hevia, aquĆ­ te lanzamos algunas propuestas para disfrutar de uno de los platos mĆ”s castizos: los callos.

Empieza el frĆ­o y con Ć©l una de las mejores Ć©pocas para degustar uno de los platos mĆ”s castizos del recetario madrileƱo. No sabemos con exactitud el origen de los callos, elaborado, bĆ”sicamente, con trozos de tripa de vaca. Pero sĆ­ podemos decir que aparece citado por primera vez en Arte cistoria, un tratado gastronĆ³mico de carĆ”cter alegĆ³rico y didĆ”ctico publicado en el aƱo 1423 por Enrique de Villena, un noble castellano conocido como El Nigromante. QuizĆ”s no le gustaban demasiado porque dice algo asĆ­ como que ni por salud ni por sabor deben comerlos la gente bien y delicada. De 1599 es la novela GuzmĆ”n de Alfarache, de Mateo AlemĆ”n, en la que se habla de los callos como ā€œrevoltillosā€ de carne de ternera.

Era entonces un manjar muy solicitado en las tabernas. Pero no se quedarĆ­a ahĆ­. En el siglo XIX pasĆ³ a formar parte de la oferta de restaurantes de postĆ­n. Ahora, hay bares y restaurantes en Madrid que son autĆ©nticos especialistas. Para que disfrutes del plato mĆ”s castizo, aquĆ­ te presentamos algunas propuestas.

Candela Restaurante

Candela
Callos con pata y moro

ĀæA quiĆ©n no le apetecen unos buenos callos en invierno? Los de Candela Restaurante son sencillamente espectaculares. Situado en el barrio de HispanoamĆ©rica, en ChamartĆ­n, este establecimiento de nueva apertura rinde homenaje a las casas de comidas de siempre a travĆ©s de un gĆ©nero de primera categorĆ­a y de recetas clĆ”sicas de las que gustan al pĆŗblico madrileƱo.

Entre ellas destacan las cĆ©lebres albĆ³ndigas con colmenillas de Semon (prueba irrefutable de que en el diseƱo de su carta colabora el que fuera alma mater del desaparecido catering, JosĆ© MarĆ­a IbƔƱez), el rabo de toro y, por supuesto, unos impecables callos para comer con cuchara: limpĆ­simos, con mĆ”s morro que pata, el punto justo de picante y el caldo bien trabado con el colĆ”geno de la carne. QuerrĆ”s repetir.

PrĆ­stino

Callos
PrĆ­stino

Desde su apertura a finales de 2019, PrĆ­stino se he convertido en referencia gastronĆ³mica de Madrid. No ha sido a travĆ©s de revoluciones culinarias sino reafirmando lo que siempre funcionĆ³ y que quizĆ” durante un tiempo se dejĆ³ a un lado: la escuela, formas y costumbres de los restauradores de toda la vida, aquellos con carisma, vocaciĆ³n y pasiĆ³n por su trabajo.

Los platos de cuchara son uno de los protagonistas absolutos. Lentejas Castellanas con sus Sacramentos, Callos con Morro y Pata o Verdinas en Salsa Verde con Almejas son algunas de sus opciones. Guisados a fuego lento, conservan todo su sabor y aroma, y son una autĆ©ntica delicia.

Hevia

HEVIA-Callos
Hevia

Abierto hace 55 aƱos y dirigido por los hermanos Ismael y Fernando MartĆ­n-Hevia ā€“tercera generaciĆ³n de la familia fundadoraā€“, Hevia es uno de los grandes comedores capitalinos por su impecable servicio y su recia propuesta culinaria de culto al producto. Algunos de sus platos tienen el mĆ©rito de llevar en carta desde los inicios del restaurante, demostrando que las cosas bien hechas estĆ”n por encima de la veleidad de la moda.

Por ejemplo, los flamenquines, el SerafĆ­n ā€“un montadito de lomo con pimiento rebozadoā€“ y los callos, ā€œmorenosā€, totalmente fieles a la receta madrileƱa y baƱados en un suculento y meloso sofrito que preparan con ajo, cebolla, pimiento rojo, perejil, pimentĆ³n de La Vera y un poco de pan frito para ligar su adictiva salsa.

Sagrario TradiciĆ³n

Madrid
Sagrario TradiciĆ³n

La cocina en Sagrario TradiciĆ³n se centra en un buen producto y en las preparaciones de siempre, las que no pasan de moda: una cocina reconocible, detrĆ”s de la cual hay muchas horas de investigaciĆ³n y reflexiĆ³n. La carta estĆ” formada por recetas tradicionales, muchas de ellas recuperadas de la gastronomĆ­a regional madrileƱa del siglo XVIII ā€“cada vez menos habitualesā€“ y siempre con el toque personal del chef. Nacido en una familia de viƱadores y arrieros, de niƱo aprendiĆ³ todos los secretos de la matanza y de la elaboraciĆ³n de queso y vino. Su estilo culinario estĆ” influido, ademĆ”s, por su abuela y su bisabuela, espaƱolas emigradas a Francia, con quienes aprendiĆ³ a cocinar arrimado a la lumbre y al chup-chup del puchero.

Entre los platos principales, ya tienen una legiĆ³n de fieles los callos a la madrileƱa ā€“tiernos, melosos, con un toque potente de picanteā€“ servidos en cocotte de hierro; su salmonete de roca frito, que se sirve entero, desespinado y con una mayonesa de azafrĆ”n; las inhabituales ancas de rana ā€“procedentes de Zamora, con pisto y huevo fritoā€“ y el arroz con navajas a la brasa con pilpil de almejas. Cuando llegue la temporada, aparecerĆ”n los caracoles ā€“ecolĆ³gicos, procedentes de Morata de TajuƱaā€“, bien con tuĆ©tano de vaca, bien a la vizcaĆ­na.

La Maruca

Castellana
La Maruca

Paco QuirĆ³s y Carlos Crespo, artĆ­fices del Grupo CaƱadĆ­o ā€“La Maruca, CaƱadĆ­o, La Bien Aparecida y La Primeraā€“, acaban de abrir una nueva sucursal de La Maruca, el doble de grande que la de la calle VelĆ”zquez, en el nĆŗmero 212 del paseo de la Castellana.

Como en el local predecesor, apuestan aquĆ­ por una cuidada puesta en escena y una sĆ³lida propuesta culinaria, propia de una casa de comidas actual: rica, casera, muy elaborada, a precios razonables y con la regularidad que caracteriza a este sello de origen cĆ”ntabro. Entre sus especialidades no faltan unos estupendos callos que, aunque aparecen en carta como ā€œa la montaƱesaā€, se alejan poco de los cĆ”nones madrileƱos.

Viva Madrid

Bar
Viva Madrid

Fundado en 1856 como taberna, conserva su antigua fachada de cerƔmica con vivos colores y la Plaza Cibeles como motivo principal pintados a mano por la prestigiosa Casa Mensaque a finales de 1920, el techo artesonado, la barra de estaƱo y su entorno, convierten a Viva Madrid en un lugar singular que nos transporta en el tiempo.

El cocido madrileƱo, los callos a la madrileƱa, la carrillera IbĆ©rica, el rabo de Toro, caracoles a la madrileƱa, dan carĆ”cter a su cocina tradicional. Sus arroces como la paella, el arroz a la marinera o con bogavante, son algunos de los platos mejor valorados por quienes les visitan. Una amplia variedad de tapas, raciones y medias raciones completan su oferta gastronĆ³mica en un entorno Ćŗnico y singular.

Atocha 107

Madrid
Atocha 107

JoaquĆ­n Felipe, uno de los chefs mĆ”s conocidos del panorama gastronĆ³mico espaƱol, dirige desde el pasado aƱo Atocha 107, un restaurante de cocina honesta basada en el respeto a la materia prima de calidad y a la artesanĆ­a. Con su espĆ­ritu de viajero incansable, desde su nueva casa en pleno centro de la capital, enmarcada en el hotel Hilton Atocha, persigue el mejor producto: ingredientes de las mejores huertas y lonjas del paĆ­s protagonizan una carta de fondo clĆ”sico pero vestida con nuevas elaboraciones y texturas

En la carta de invierno de Atocha 107, podemos encontrar desde un potaje viudo de alubias rojas de Tolosa con piparras o una sopa de cocido con sus fideos y su huevo escalfado, hasta un arroz de calamar de potera con azafrĆ”n, grandes pescados del dĆ­a, segĆŗn mercado, y carnes seleccionadas (ragout de morcillo de buey galledo a la antigua, con boletus y Manzanilla; jarrete de ternera cocinado a baja temperatura; solomillo chateaubriand con setas de temporada o carrillera de ibĆ©rico guisada con mostaza y pimentĆ³n de La Vera). No faltan representantes de la gastronomĆ­a mĆ”s madrileƱa, como los pichicallos de angus o el pollo en pepitoria. Atocha 107 cuenta, ademĆ”s, con servicio de delivery y take away, denominado La Cocina de Ellas y disponible a travĆ©s de la App de Glovo o con recogida directa en el restaurante.

Rocacho

Madrid
Rocacho

Hubo un tiempo en el que los asadores ā€“los que salpicaban a puƱados las verdes laderas y las abruptas costas del PaĆ­s Vasco, los escondidos entre los viƱedos de Navarra y La Rioja y los pocos que despuntaban en la capitalā€“ eran la mĆ”xima expresiĆ³n del lujo culinario en nuestro paĆ­s. Tras la irrupciĆ³n de la vanguardia y la cocina de fusiĆ³n, el hedonismo en la mesa vuelve a medirse ahora por sus productos y sus proveedores, nuevas estrellas del panorama gastronĆ³mico, convirtiendo restaurantes como Rocacho en autĆ©nticos templos del peregrinaje gourmet.

Entre los platos mĆ”s demandados del restaurante se encuentra su famosa chuleta de vaca con 40 o 90 dĆ­as de maduraciĆ³n (a 70 y 95 ā‚¬ el kilo respectivamente) que se prepara vuelta y vuelta a la brasa de carbĆ³n de encina y que llega a la mesa en su punto Ć³ptimo, perfectamente atemperada y acompaƱada de unas estupendas patatas fritas caseras y pimientos de piquillo asados. Con la carne del archifamoso buey leonĆ©s sobresalen en carta y fuera de ella preparaciones con algo mĆ”s de elaboraciĆ³n como los callos ā€“con pata y morro, el punto justo de picante y el chorizo de buey de El Carpichoā€“, las gyozas de rabo, las carrilleras ā€“un sĆ”pido guiso tradicional con escalope de foieā€“ y la hamburguesa con pan de cristal, mostaza antigua y pesto de tomate y el tuĆ©tano. MenciĆ³n especial merecen tambiĆ©n los tacos de tuĆ©tano de vaca vieja a la brasa ā€“con cebolla y rĆ”bano encurtidos, picante, lima y tortilla de trigo caseraā€“ y las croquetas de cecina de buey, una de las chacinas de El Capricho que en Rocacho sirven tambiĆ©n al corte. 

Cilindro

Madrid
Cilindro

Cilindro toma su nombre de un horno tradicional de leƱa empleado en la cocina criolla para ahumar y brasear la carne y el pescado. Un horno que, en su versiĆ³n mĆ”s evolucionada, es el alma y principal motor del nuevo restaurante de Mario CĆ©spedes, en el que toman protagonismo los sabores ahumados, las cocciones lentas, los fondos complejos y las reducciones densas a fin de ensalzar una excelsa materia prima de origen eminentemente nacional. Su carta, libre de epĆ­grafes y corsĆ©s, estĆ” muy enfocada a compartir y probar a travĆ©s de la posibilidad de pedir (en el 90% de los casos) raciĆ³n entera o media raciĆ³n.

Destacan tambiĆ©n los piqueos (la versiĆ³n criolla de nuestra tapa) y entre ellos, el torto de maĆ­z tĆ­pico asturiano (aquĆ­ mĆ”s refinado y para comer de un bocado) relleno de rabo de toro, salsa criolla y rocoto y el rollito asturiano con salsa de chifa relleno de guiso de vaca vieja estofada con chorizo y especias orientales. Un plato este Ćŗltimo que estĆ©ticamente recuerda a los bĆ”sicos del street food asiĆ”tico y que sin embargo en el paladar evidencia la calidad de la carne usada y transmite los sabores tĆ­picos del Principado, donde Mario comenzĆ³ a despuntar hace ya siete aƱos con el primer Ronda 14 de AvilĆ©s. De base espaƱola son tambiĆ©n la dorada en tempura con salsa de escabeche y ajĆ­ panca (un delicado homenaje a la fritura andaluza y a nuestros escabechados con guiƱos peruanos), la lengua de vaca con salsa de mote, hierbabuena, rocoto y reducciĆ³n de cordero y los callos al cilindro sobre pastel de morcilla asturiana.

Lagasca 19

Madrid
Lagasca 19

 Por lejos que se encuentren dos hermanos, siempre existen conexiones entre ellos. Lagasca19, el restaurante con el que el chef barcelonĆ©s Daniel Roca acaba de aterrizar en Madrid, se inspira en Barra Alta, su buque insignia en la Ciudad Condal. Con Ć©l tiene en comĆŗn la esencia del concepto, construido sobre una cocina mediterrĆ”nea con pinceladas internacionales (de culinarias como la japonesa, la mexicana, la peruana o la tailandesa), gran parte de la carta y el objetivo de hacer disfrutar al cliente facilitando compartir y probar diferentes platillos. 

Entre ellos, destacan el gallo de costa frito al estilo tailandĆ©s con su espina crujiente; el suquet de bogavante con trompetas de la muerte; una versiĆ³n del clĆ”sico cap i pota adaptado a un guiso de manita, oreja de cerdo deshuesada y bacalao; el jarrete de ternera blanca a baja temperatura; unos callos de ternera con senderuelas, o con varios platos que tienen por protagonista la carne de cerdo ibĆ©rico de bellota Joselito (pluma, lagarto o albĆ³ndigas de presa con sepia, otro guiƱo al mar y montaƱa).