EspaƱa es uno de los paĆses mĆ”s turĆsticos del mundo, principalmente porque contamos con mĆ”s de 8.000 kilĆ³metro de costa y disfrutamos de una media de 2.500 horas de sol al aƱo. Pero la mayorĆa de los turistas que llegan atraĆdos por el tiempo y las playas, terminan enamorĆ”ndose del paĆs por muchos otros motivos. Especialmente cuando el contraste con sus propios paĆses hacen destacar aĆŗn mĆ”s nuestras virtudes.
Una de las cosas que mƔs suele gustar a los extranjeros, es nuestra costumbre de tomar algo, en el aperitivo o al salir del trabajo. Ese momento de sentarse en una terraza o en un bar con amigos o colegas del trabajo, y tomar un vino o una cerveza, acompaƱado de una tapa, es algo que los turistas saben apreciar tanto como los propios espaƱoles.
En la mayorĆa de los paĆses, excepto en los mediterrĆ”neos, lo habitual es cenar muy temprano, a las 17 o las 18h y cuando quedan para tomar algo, es mĆ”s una salida de fiesta en toda regla. AquĆ, quedamos para tomar algo para descargar el estrĆ©s del dĆa, antes de proseguir con la jornada.
Otra costumbre de EspaƱa que llama positivamente la atenciĆ³n, especialmente en turistas estadounidenses, es nuestra tendencia a mantener conversaciones que van mĆ”s allĆ” de un diĆ”logo cortĆ©s y coloquial. Los espaƱoles podemos debatir acaloradamente sobre prĆ”cticamente cualquier tema, incluso con personas desconocidas, o abrirnos en canal y contar cosas muy personales sin sentir pudor por ello, como sĆ ocurre en otras sociedades. Esto estĆ” muy relacionado con el momento de la sobremesa, otro hĆ”bito muy mediterrĆ”neo y hace que las comidas se prolonguen durante horas de charlas de todo tipo.
La disposiciĆ³n de nuestras ciudades tambiĆ©n suele agradar, a los extranjeros que vienen de paĆses donde las viviendas se encuentran mĆ”s aisladas o en urbanizaciones residenciales, como suele ser habitual en Estados Unidos, donde necesitan utilizar el coche para realizar cualquier recado. En EspaƱa solemos tener todos los servicios a mano a un breve paseo a pie, o en un rĆ”pido trayecto en transporte pĆŗblico.
Una diferencia con respecto a la cultura estadounidense que destacan las personas que han residido en ambos paĆses, es que en EspaƱa las personas no estĆ”n socialmente definidas por su profesiĆ³n. Se tiende a valorar a la gente por sus cualidades, sin tener en cuenta en quĆ© trabaja, sin embargo, otras sociedades parecen tener mucho mĆ”s en cuenta la clase y el estatus a la hora de relacionarse.
Y ademĆ”s de la gastronomĆa de la que nos sentimos mĆ”s orgullosos, EspaƱa ofrece una variedad de paisajes que suele asombrar a los turistas. De norte a sur y de este a oeste, podemos recorrer bosques espesos, desiertos extensos, montaƱas nevadas, volcanes, playas paradisiacas y todas las muestras artĆsticas imaginables.