Un anĆ”lisis genĆ©tico y geogrĆ”fico de las variantes del SARS-CoV-2, el virus causante de la COVID-19, y de los virus relacionados en humanos y animales puede aportar pruebas de la transmisiĆ³n entre especies en todo el mundo.
Investigaciones anteriores han sugerido que el SARS-CoV-2 podrĆa haberse originado a travĆ©s de cambios genĆ©ticos que se produjeron entre virus estrechamente relacionados en murciĆ©lagos de herradura. Los informes tambiĆ©n sugieren que el virus puede propagarse de los humanos a los animales domĆ©sticos y salvajes. Sin embargo, aĆŗn queda mucho por aprender sobre la epidemiologĆa, la dinĆ”mica evolutiva y las relaciones genĆ©ticas entre el SARS-CoV-2 y los virus relacionados en animales de todo el mundo.
Para aportar nuevos conocimientos, estos cientĆficos, de EcoHealth Alliance y del Instituto de EpidemiologĆa, Control e InvestigaciĆ³n de Enfermedades de Bangladesh, realizaron un anĆ”lisis exhaustivo de las secuencias genĆ³micas de los virus relacionados con el SARS-CoV-2 encontrados en murciĆ©lagos y pangolines, y de las cepas de SARS-CoV-2 que se han encontrado en diversos animales de todo el mundo, como perros, gatos y leones.
El anĆ”lisis genĆ©tico demostrĆ³ que las cepas de SARS-CoV-2 encontradas en animales estĆ”n estrechamente relacionadas con las cepas encontradas en humanos en las mismas regiones geogrĆ”ficas (incluyendo Alemania, Francia, EspaƱa y Dinamarca), lo que evidencia la teorĆa de que la transmisiĆ³n de humanos a animales se ha producido en todo el mundo. En el futuro, si el virus se establece en huĆ©spedes animales, esa especie animal podrĆa actuar como reservorio del SRAS-CoV-2.
Los investigadores tambiĆ©n cuantificaron el grado en que las mutaciones genĆ©ticas asociadas a los subtipos y variantes clave del SARS-CoV-2 se encuentran en especies animales de diferentes regiones. Se detectaron mĆŗltiples variantes emergentes de interĆ©s, como las variantes Alfa, Delta y Mu, en muchos paĆses en especies como perros, gorilas, leones y gatos, y estas variantes mostraron una notable similitud genĆ©tica con las secuencias del SARS-CoV-2 humano.
Por ejemplo, los gatos y los visones americanos estaban frecuentemente infectados por un subtipo de virus conocido como clado GR (31,6% y 49,7% de las muestras, respectivamente), que tambiĆ©n se observa a menudo en los humanos, lo que apoya la probabilidad de transmisiĆ³n entre especies.
Sin embargo, la mayorĆa de los perros estaban afectados por un subtipo diferente, el clado O (66,7%), lo que los autores sugieren que indica una afinidad particular del clado O por los perros. La variante alfa del SARS-CoV-2 sĆ³lo afectaba al 2,6% de las muestras de gatos y al 4,8% de las de perros, pero al 66,7% de las de gorilas y al 77,3% de las de leones.
Su anĆ”lisis genĆ©tico revelĆ³ una gran similitud entre el SARS-CoV-2 y los virus relacionados que se encuentran en mĆŗltiples especies de murciĆ©lagos de herradura, asĆ como una gran similitud con los virus relacionados del pangolĆn malayo. El anĆ”lisis apoya la hipĆ³tesis de que el SARS-CoV-2 se originĆ³ a partir de virus de murciĆ©lagos estrechamente relacionados que se recombinaron genĆ©ticamente entre sĆ, y que el virus tambiĆ©n pasĆ³ por los pangolines.
Los animales parecen ser susceptibles al SARS-CoV-2 y pueden contribuir a su propagaciĆ³n. Por ello, basĆ”ndose en sus hallazgos, los investigadores piden que se siga vigilando genĆ©ticamente el SARS-CoV-2 en los animales.
TambiĆ©n piden que se evite el contacto entre personas y animales infectados, asĆ como la vacunaciĆ³n de mascotas, animales de zoolĆ³gico y de granja. Los investigadores abogan por la vigilancia en la interfaz hombre-animal para detectar y prevenir la apariciĆ³n de futuros virus.