Los presidentes de AndalucĂa y Galicia, Juan Manuel Moreno Bonilla y Alberto Núñez Feijoo, están obsesionados con diferenciarse de la presidenta madrileña Isabel DĂaz Ayuso. Tanto, que con tal de no abrazar el discurso de la lĂder de la Comunidad de Madrid, tanto Moreno Bonilla como Feijoo se han echado en brazos de las tesis más alarmistas para afrontar la pandemia y han sido de los primeros en exigir la mascarilla en exteriores a pesar de que no hay un firme aval cientĂfico de que funcione. En GĂ©nova no tienen claro quĂ© decir, pero sĂ que no pueden ir de la mano de Pedro Sánchez. Y más cuando todos casi todos los grupos polĂticos (desde Más Madrid en boca de MĂłnica GarcĂa hasta Vox) están completamente en contra de la obligatoriedad de llevar mascarilla en exteriores. Para el aparato del partido no ha sido plato de buen gusto que dos barones tan relevantes como Moreno Bonilla o Feijoo se hayan echado en brazos de la estrategia «sanchista» para frenar el virus. Además, sospechan que lo han hecho precisamente por «diferenciarse» de Isabel DĂaz Ayuso, su enemigo a batir.
El primer interesado en frenar a Ayuso es Pablo Casado. Sin embargo, en el partido entienden que la forma de hacerlo no puede ser la de abrazar las tesis sanchistas. Cuando el PP exigiĂł a Pedro Sánchez que hiciera algo para frenar la sexta ola, se referĂan a invertir recursos, no a establecer prohibiciones superficiales que no tienen aval de ningĂşn tipo. Sin embargo, fuentes del partido explican que se han sentido en cierto modo «traicionados» cuando Feijoo y Moreno Bonilla exigieron en la conferencia de presidentes que se volviera al uso de la mascarilla obligatoria. Y más cuando han salido al atril de sus respectivas comunidades autĂłnomas a defender que es una medida eficiente cuando no hay nadie con autoridad sanitaria o cientĂfica que lo respalde.
El propio presidente intentĂł recular a Ăşltima hora. Aunque al final se ha impuesto en ciudad el uso de la mascarilla en exteriores. La realidad es que el lĂder socialista ha cedido a las exigencias de algunos presidentes autonĂłmicos entre los que no estaba Ayuso. Pero lo que no ha sentado bien a la cĂşpula del partido es que hayan sido Moreno Bonilla y Feijoo quienes han llevado la iniciativa a la hora de exigir al presidente del Gobierno que imponga de nuevo la obligaciĂłn de llevar mascarilla en exteriores. Una vuelta a empezar que ha tenido un rechazo mayoritario entre la poblaciĂłn porque se entiende, tal y como han deslizado la mayorĂa de los partido, que si la pandemia está desbocada no es precisamente por el hecho de que no se use el tapabocas en la calle o no, sino que priman otras cuestiones como el rastreo, la localizaciĂłn de positivos o los recursos que se invierten en sanidad.
Moreno Bonilla fue más discreto, pero Feijoo fue el más radical a la hora de defender que la mejor forma de frenar a la variante ómicron era con la mascarilla en exteriores. Este «sinsentido» no ha gustado en Génova porque ahora ven cómo se filtran todo tipo de informaciones que culpan a un barón popular de haber instigado la vuelta a la mascarilla en exteriores. Sánchez hizo caso de una demanda que vino del PP. Y esto en Génova no ha sentado demasiado bien. El PP no puede estar en estas polémicas, a ojos del partido, por mucho que consideren que hagan apuestas personales. Ahora hay que medir las palabras en cada momento porque los partidos entran en un año electoral.
Que Feijoo y Moreno Bonilla hayan «comprado» el argumento de las mascarillas es, a ojos del PP, un intento de diferenciarse, además, de la tesis de Ayuso. Esa misma que ha impulsado al Partido Popular. Casado no quiere entrar en polémicas independientemente de que comparta o no las tesis relacionadas con el uso de mascarilla en exteriores. Pero lo que tiene claro es que si ahora encabeza algunas de las encuestas es porque Ayuso arrasó en las elecciones con una forma de afrontar la pandemia sensiblemente distinta a la del resto. Y Moreno Bonilla y Feijoo compran el discurso contrario al de Ayuso.
La situaciĂłn que ha incomodado al Partido Popular ha sido que los suyos hayan liderado una demanda que ha sido recibida por la poblaciĂłn, por los partidos polĂticos y por la comunidad cientĂfica con cierto rechazo. Que las redes sociales ardan por la vuelta de la mascarilla en exteriores se podĂa esperar, pero que Feijoo y Moreno Bonilla compartan y lideren la estrategia que hunde a Sánchez en las encuestas por momentos y que genera el rechazo de todos los partidos (incluidos los de izquierdas) no es plato de buen gusto. GĂ©nova entiende que deben alejarse de esas polĂ©micas. Una de las pocas virtudes de estar en la oposiciĂłn, que se pueden medir los tiempos mejor que en el Gobierno.
La imagen de Ayuso pensando en cualquier cosa menos en lo que se dice en la reuniĂłn y sin mascarilla en interiores, habla por si sola. pic.twitter.com/T1d8B5hmHY
— Doña Merkel jubilada (@AlemanaJubilada) December 22, 2021
Ayuso, por su parte, ha sido la Ăşnica que se mantuvo firme en la conferencia de presidentes. No querĂa mascarilla en exteriores y lo escenificĂł con una fotografĂa en la que, manteniendo la distancia pertinente, no se puso la mascarilla. El resto de presidentes autonĂłmicos o no se metiĂł o se sumĂł a Feijoo en su demanda, pero nadie se quiso alinear con Ayuso porque les parecĂa que mantenĂa una posiciĂłn algo agresiva…
LA PRESIDENTA
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel DĂaz Ayuso, llevĂł a la Conferencia de Presidentes, que se celebrĂł este miĂ©rcoles de manera telemática, un mensaje de «tranquilidad» y pidiĂł apostar por «la cultura del autocuidado» asĂ como por las mismas medidas llevadas a cabo hasta el momento.
En rueda de prensa en la Asamblea de Madrid, tras la aprobación de los Presupuestos Regionales, ha indicado que tienen que ver qué propone el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, porque hasta el momento no han conocido «nada al respecto».
«Nosotros lo que sà que queremos llevar un mensaje de tranquilidad, no de relajación, porque no hay que restarle importancia, pero insisto sà de tranquilidad, vamos a promover la cultura del autocuidado y de ahondar en las mismas (medidas) que hemos llevado a cabo en olas anteriores», ha subrayado.