Varios asesores de Moncloa tenĆan claro que dejar a Teresa Ribera vĆa libre con su cuenta de Twitter era un peligro para el Gobierno. El porquĆ© no es muy difĆcil de explicar cuando se conoce a la vicepresidenta y ministra de TransiciĆ³n EcolĆ³gica. El mal carĆ”cter de la socialista es conocido por todos en el Ejecutivo, especialmente por quienes comparten con ella el espacio de trabajo. Pero tambiĆ©n es conocido el mal trato y los mensajes fuera de lugar que Teresa Ribera acostumbraba a lanzar por Twitter. Por todo esto, cuando empezĆ³ a subir el precio de la luz de forma desorbitada, desde Moncloa sugirieron al equipo de Teresa Ribera que le prohibieran usar su cuenta personal. Y asĆ se hizo. Prueba de ello es que no ha lanzado ningĆŗn mensaje desde julio de 2021. A partir de ahĆ, llegĆ³ la prohibiciĆ³n.
No era nada nuevo para el Gobierno que la conocida a nivel interno como Ā«ministra de mal ambienteĀ» lanzara por costumbre mensajes poco elegantes por Twitter. En algunos casos, la ministra entraba en unos debates y unas discusiones que no tenĆan ningĆŗn sentido para los asesores de Moncloa y no querĆan que la cuenta de Twitter de la vicepresidenta se convirtiera en un foco mĆ”s de problemas para el Ejecutivo. Era un momento sensible y desde que empezĆ³ a descontrolarse el precio de la luz, por poco que fuera entonces, Moncloa atajĆ³ el problema de raĆz. La ministra de TransiciĆ³n EcolĆ³gica deberĆa ser controlada y para ello era necesario quitarle Twitter del mĆ³vil.
En el grĆ”fico se ve perfectamente cĆ³mo coincide el inicio del alza de precios con el fin del uso de la cuenta de Twitter de la ministra. De hecho, los estudios internos del Gobierno hacĆan ver que el precio de la luz se dispararĆa tanto que no era conveniente mantener un pequeƱo vector de problemas. Teresa Ribera ya era famosa en Moncloa por haber tenido salidas de tono vĆa Twitter con algunos compaƱeros, especialmente durante las negociaciones para el Gobierno de coaliciĆ³n y para las negociaciones de los Presupuestos Generales del Estado.
El plan inicial urdido por los asesores de Moncloa y ejecutado a la perfecciĆ³n por los asesores de la ministra de TransiciĆ³n EcolĆ³gica era el de borrarle la app de Twitter del telĆ©fono mĆ³vil de la presidenta. Se sopesĆ³ la idea de que fuera un asesor de prensa de TransiciĆ³n EcolĆ³gica y Reto DemogrĆ”fico quien llevara la cuenta de la vicepresidenta, pero tras darle varias vueltas entendieron que era mejor dejar apagada la cuenta de Teresa Ribera, verificada y con mĆ”s de 56.000 seguidores, para que no sintiera la tentaciĆ³n de descargarse Twitter en el mĆ³vil para empezar a discutir con los ciudadanos sobre por quĆ© sube el precio de la luz. Tampoco seducĆa especialmente a los asesores de Ribera el hecho de que la ministra se pusiera a explicar vĆa redes sociales por quĆ© ha subido la energĆa o por quĆ© se ha puesto a quemar carbĆ³n para controlar el alza del precio de la luz. Por todo esto, los asesores de Ribera, acostumbrados a las tormentas que asolan el ministerio dĆa sĆ y dĆa tambiĆ©n, decidieron abandonar Twitter para evitar mayores problemas.
Todo esto viene de muy atrĆ”s. Desde el minuto uno en el que Pedro SĆ”nchez nombrĆ³ a Teresa Ribera ministra de TransiciĆ³n EcolĆ³gica y Reto DemogrĆ”fico sabĆa que las relaciones pĆŗblicas o el trato con la gente no era su fuerte. Se la colocĆ³ donde estĆ”, segĆŗn fuentes del PSOE, por su carĆ”cter tĆ©cnico a la hora de entender la energĆa. El problema es que en algunas ocasiones el mal trato y el mal perder de la ministra le pasĆ³ factura y consiguiĆ³ tensar la cuerda en conversaciones polĆticas que debĆan ser diplomĆ”ticas.
A Teresa Ribera tampoco le importĆ³ que le obligaran a dejar Twitter, pues solo lo utilizaba personalmente de vez en cuando para criticar a algĆŗn compaƱero o para retuitear algo publicado por algĆŗn amigo. Ribera tiene cosas mĆ”s importantes que hacer. Sin embargo, ahora suena su nombre para salir del Gobierno por varios motivos. Empezando por el lobby interno en el Ejecutivo que ha montado junto a su marido y acabando por los disparatados niveles de tensiĆ³n que viven en TransiciĆ³n EcolĆ³gica. Lo de quemar carbĆ³n se lo perdonan en Moncloa dado que por el alza de los precios de la luz se ha vuelto competitivo.
EL LOBBY DE TERESA RIBERA
El matrimonio de la vicepresidenta Teresa Ribera y Mariano Bacigalupo es un lobby interno que ya ha hartado a Moncloa y algunos que otros socialistas. La ministra de Medio Ambiente, famosa por su mal carĆ”cter y por el mal ambiente de trabajo que genera, y su marido, uno de los hombres mĆ”s notables de la ComisiĆ³n Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC), han convertido sus posiciones en el lobby mĆ”s peligroso del Gobierno. Fuentes de Moncloa aseguran que Teresa Ribera estĆ”n sobrepasada por el precio de la luz y la complejidad para bajar los precios de la energĆa, pero lo cierto es que el tĆ”ndem que ha montado con Bacigalupo empieza a hartar a los socialistas y ya sopesan la posibilidad de echarla con la prĆ³xima crisis de Gobierno que se prevĆ© para finales de agosto o principios de septiembre.