El Rey Felipe VI ha señalado este martes que si algo ha demostrado la guerra en Ucrania es que la «lucha entre la tiranía y la democracia» que se creía haber superado, sigue muy presente en la historia actual y por ello considera que la OTAN es un «faro de libertad» que se debe proteger. Además, ha aprovechado para recordar que Europa no solo recibe amenazas por el este, también pueden llegar por el sur.
Durante su intervención en el Foro Público organizado por el Real Instituto Elcano y otros ‘think-tank’ europeos en los márgenes de la cumbre de la OTAN en Madrid, Don Felipe ha resaltado la oportunidad que brinda esta cita para reflexionar sobre el futuro de la Alianza «en lo que parece ser un punto de inflexión en la historia».
En este sentido, ha destacado que Europa, que busca su estabilidad política, prosperidad económica y bienestar social, se enfrenta hoy en día «a una vecindad cada vez más inestable, tanto en el este como en el sur, y al complejo desafío de un mundo crónicamente impredecible».
EUROPA UNIDA FRENTE A LA AGRESIÓN DE RUSIA
La invasión rusa de Ucrania está poniendo en entredicho muchas de las creencias que había en Europa y en Occidente desde hace tiempo, ha subrayado apuntando que la guerra en Ucrania ha enseñado «lo importante que es reunir apoyo global en defensa de un orden basado en reglas en Europa».
En este sentido, ha indicado que existen motivos para confiar en que la relación transatlántica es «más fuerte que nunca» y que Europa «se ha mantenido unida frente a la intolerable agresión de Rusia».
«Hace 20 años nos felicitábamos por el hecho de que Europa nunca había sido tan segura, próspera o libre», ha aseverado el Rey recordando que, desde entonces, «muchas de nuestras suposiciones o predicciones parecen haberse evaporado» y «muchas de nuestras esperanzas» parecen haberse convertido en «ideales utópicos».
Así las cosas, ha subrayado que «la larga lucha mundial entre la tiranía y la democracia sigue siendo más relevante que nunca». «La competencia entre grandes potencias está en todas partes y la guerra continúa», ha incidido, para defender a continuación «la relevancia y la necesidad crítica de preservar la Alianza Atlántica».
IMPORTANCIA DE LA OTAN
El contexto actual pone de manifiesto la importancia de la OTAN como «disuasor creíble frente a cualquier amenaza de seguridad», así como la «importancia de la fuerza militar», pero sobre todo, ha sostenido Don Felipe, su relevancia como «comunidad política, la mejor expresión de la unidad transatlántica».
Felipe VI, que ha sostenido que «la Alianza está demostrando su valor como faro de libertad» cuyos valores comparten también otros países y tienen un «fuerte atractivo universal», ha puesto en valor la importancia de la «unidad y la libertad» en «un mundo definido por la vuelta de la competencia entre grades potencias y la lucha renovada entre democracia y autocracia».
Así las cosas, ha destacado que «los acontecimientos en y en torno a Europa se verán probablemente afectados cada vez más por fuerzas exógenas» y ha llamado la atención sobre el hecho de que «el foco del crecimiento económico mundial, la competencia militar y la rivalidad tecnológica se está dirigiendo hacia el Indo-Pacífico», en clara referencia a China pero sin mencionarla expresamente.
«Esto significa que no podemos volver la espalda a los acontecimientos geoestratégicos más amplios», ha advertido el monarca, incidiendo en que si algo ha enseñado la guerra en Ucrania es la importancia de defender «un orden basado en reglas en Europa».
Así pues, los líderes de la OTAN tendrán que decidir en esta cumbre el «equilibrio correcto entre responder a las amenazas inmediatas en el este de Europa y la necesidad de hacer frente a los desafíos a largo plazo y sistémicos», también el equilibrio entre la dimensión política y militar de la Alianza y prepararla para «competencia entre grandes potencias sin perder de vista otros desafíos como el terrorismo o el nexo entre clima y seguridad».
Para ello, ha apostado por mirar más allá de los confines del espacio euroatlántico, aunque conseguir apoyo de estos países «está demostrando ser considerablemente difícil». «Este será el desafío central para la comunidad atlántica en los próximos años y décadas, especialmente mientras los competidores estratégicos siguen cuestionando la base institucional y normativa» sobre la que se sustenta el orden internacional.
En este sentido, ha defendido que España está en una «posición ideal» para acercar la OTAN a América Latina y África, «tanto geopolíticamente como por nuestra voluntad compartida de servir como puente entre el Atlántico, Europa y el Mediterráneo».
