El juez de ‘Titella’ ordena la detenciĆ³n de los imputados que no se han presentado a declarar

Ismael Moreno, el juez de la Audiencia Nacional que investiga el ‘caso Titella’, que tiene al productor televisivo JosĆ© Luis Moreno como principal investigado, ha acordado la detenciĆ³n de aquellos investigados que habĆ­an sido citados a declarar esta semana y que no han comparecido presencialmente.

AsĆ­ lo confirman fuentes jurĆ­dicas consultadas, que apuntan que, ante la ausencia de los citados –en total quiere interrogar a 77 personas hasta el 30 de agosto, todos relacionados supuestamente con la presunta trama de blanqueo de capitales–, el magistrado ha manifestado un enorme enfado y ha aseverado que todas las personas que han sido citadas y no han comparecido irĆ”n detenidas a declarar.

SegĆŗn explican estas fuentes, este jueves, de los citados, sĆ³lo comparecieron dos personas. Mientras que el lunes pasado fueron dos las personas que no se presentaron a pesar de ser citados como imputados.

La defensa de otro de los investigados en esta causa ha indicado que tras conocerse que el juez habĆ­a decidido citar a investigados en agosto, mes inhĆ”bil, varios de sus colegas solicitaron que esas comparecencias se realizaran por videoconferencia. Pero el magistrado denegĆ³ esta vĆ­a y les conminĆ³ a comparecer fĆ­sicamente.

EL INFORME DE GUARDIA CIVIL Y POLICƍA NACIONAL

El pasado julio, el magistrado Ismael Moreno imputĆ³ y fijĆ³ fecha de declaraciĆ³n a los 77. Tras recibir un informe de 482 folios de la Guardia Civil de CataluƱa y la PolicĆ­a Nacional, el titular del Juzgado de InstrucciĆ³n NĆŗmero 2 dictĆ³ una providencia, en la que acordĆ³ citarles entre el 22 y el 30 de agosto.

En el informe, los agentes identificaron a todos los nuevos imputados, a los que dividen en administradores, testaferros y empleados de banca que colaboraron con la organizaciĆ³n de forma activa o secundaria.

Ā«Se han obtenido evidencias e indicios que relacionarĆ­an a los investigados con los hechos que se tratan de esclarecer, en concreto ha quedado acreditada la existencia de una organizaciĆ³n criminal, que opera a nivel internacional, cuya actividad delictiva se diversifica en diferentes especialidades desde el fraude y estafa a entidades bancarias, a la falsificaciĆ³n de efectos bancarios como cheques y pagarĆ©s, ademĆ”s del posterior blanqueo de los beneficios obtenidosĀ», explicaba el documento.

TESTAFERROS

SegĆŗn indicaron, esa estructura Ā«dividida en cĆ©lulas operativas y claramente jerarquizadasĀ» tendrĆ­a como supuestos lĆ­deres desde el aƱo 2017 al propio JosĆ© Luis Moreno, a Antonio Aguilera y a Antonio Salazar, que contaban Ā«con funciones definidasĀ».

Unos 58 de los 77 nuevos imputados aparecen en el informe como presuntos testaferros de las empresas y sociedades que la trama habrĆ­a utilizado para lucrarse con los mencionados crĆ©ditos y concesiones bancarias. Ā«Eran los encargados de personarse en la entidad bancaria, presentar la documentaciĆ³n contable y financiera que Aguilera y Salazar habĆ­an preparado junto al resto de sus colaboradores para asĆ­ solicitar financiaciĆ³n para sus sociedadesĀ», consta en el informe.

Ā«Los productos contratados eran muy diversos desde lĆ­neas de crĆ©dito a prĆ©stamos bancarios y crĆ©ditos ICO, pasando por factoring, confirming, lĆ­neas de descuento, pagarĆ©s, pĆ³lizas de crĆ©dito, leasing, renting y cualquier otro que les resultase beneficiosoĀ», detallaron los agentes.

EMPLEADOS DE BANCA

Del restante de nuevos imputados, el oficio distinguĆ­a a los empleados de banca que, por una parte, tenĆ­an Ā«conocimiento real de que los investigados como lĆ­deres de la organizaciĆ³nĀ» eran los que dirigĆ­an las sociedades y gestionaban la financiaciĆ³n Ā«a pesar de no figurar en los Ć³rganos de administraciĆ³n de las sociedades ni aparecer en las mismas como socios o apoderadosĀ». Aun asĆ­, accedĆ­an a Ā«facilitarles toda la informaciĆ³n y realizar con estos las operativas bancarias que les pedĆ­anĀ», ya fuese por Ā«negligencia o por falta de diligencia en sus funcionesĀ».

Por otra parte, la policĆ­a judicial apuntaba a otro eslabĆ³n: el de los empleados de banco que Ā«participaban de forma activa y directa en estas operaciones percibiendo de la organizaciĆ³n una remuneraciĆ³n por su trabajo, tanto en dinero como en especies, como telĆ©fonos mĆ³viles de alta gama, televisiones, coches o estancias en hotelesĀ».

En Ćŗltimo lugar, y sin mencionar nombres, el oficio remitido al instructor tambiĆ©n distinguĆ­a un Ćŗltimo peldaƱo: el de los empleados de bancos que han aparecido durante la instrucciĆ³n Ā«colaborando con los investigados o referenciados por estos en alguna de las conversaciones monitorizadasĀ».

EL ORIGEN DE TITELLA

Las pesquisas en torno a Titella comenzaron en 2018 y la operaciĆ³n eclosionĆ³ en junio de 2021 con la detenciĆ³n del productor televisivo y la de decenas de personas en distintas ciudades por una presunta estafa perpetrada a travĆ©s de un entramado societario.

Los investigadores dividen la presunta trama en dos organizaciones: una liderada por Moreno, Antonio Aguilera y Antonio Salazar, dedicada desde 2017 al Ā«fraude y estafa a entidades bancarias e inversores privadosĀ», Ā«a la falsificaciĆ³n de efectos bancarios como cheques y pagarĆ©sĀ» y al Ā«blanqueo de capitalesĀ»; y otra, encabezada por Carlos Brambilla, presunto narcotraficante que se habrĆ­a valido de dicha estructura para blanquear el dinero.

SegĆŗn el relato judicial, Moreno y Aguilera serĆ­an los Ā«mĆ”ximos responsablesĀ» y Salazar, el tercero en acciĆ³n. Cada uno tendrĆ­a una funciĆ³n. El productor, Ā«como persona pĆŗblica muy reconocida, prestarĆ­a su nombre como tarjeta de visitaĀ» a fin de conseguir fĆ”cilmente la financiaciĆ³n que fingirĆ­an necesitar para poner en marcha un proyecto cinematogrĆ”fico. Por tanto, Ā«era el principal receptor de los fondos obtenidosĀ».

Ese dinero pasarĆ­a entonces a manos de Aguilera y Salazar. Los dos tendrĆ­an Ā«amplios conocimientos en operativa bancaria y mercantilĀ», por lo que se ocuparĆ­an de crear las sociedades, Ā«maquillarlasĀ», poner administradores y presentarlas ante las entidades bancarias como los destinatarios de la financiaciĆ³n necesaria para dichos proyectos. En realidad, carecerĆ­an de actividad alguna.

Mediante esta red de Ā«empresas pantallaĀ» administradas por presuntos testaferros ambas organizaciones moverĆ­an Ā«grandes cantidades de dinero en efectivoĀ» a las que intentaban dar salida con ingresos que hacĆ­an pasar por beneficios de su labor mercantil o con inyecciones en metĆ”lico para lo que contarĆ­an con la complicidad de empleados de banca que se llevarĆ­an su comisiĆ³n a cambio de introducir este dinero en el circuito legal.