Aunque en la actualidad muchas personas padecen de ansiedad, muy pocas conocen cĂłmo funciona realmente. Esto dificulta su progreso y hace que sea incluso contraproducente. A las y los psicĂłlogos les gusta mucho la psicoeducaciĂłn, es decir, la educaciĂłn en psicologĂa. En este caso, si la poblaciĂłn entendiera mejor cĂłmo funciona la ansiedad, tendrĂa menos problemas para lidiar con ella.
En este artĂculo, la psicĂłloga y sexĂłloga Alicia Ridao, de Psicoexperta, explica por quĂ© la ansiedad a veces aparece de repente, cuando menos se la espera.
A prĂĄcticamente todo el mundo le ha pasado alguna vez: yendo en el bus, viendo una pelĂcula tranquilamente, haciendo un ejercicio de meditaciĂłn o tomando algo con los amigos. De repente, aparece la ansiedad.
La sintomatologĂa es muy variada: presiĂłn en el pecho o sensaciĂłn de ahogo, taquicardia, pensamientos a mil, ganas de salir corriendo, dolor de estĂłmago, sensaciĂłn de mareo… Ante esto, aparece esa terrible sensaciĂłn que produce muchĂsimo malestar a los seres humanos, la sensaciĂłn de no control, la incertidumbre. No se sabe cuĂĄndo va a aparecer la ansiedad y esto hace entrar en pĂĄnico.
Por qué aparece la ansiedad de «la nada»
Comprender por quĂ© ha aparecido la ansiedad de «la nada» ayuda a entenderla un poco mejor. Ocurre lo siguiente, la ansiedad genera muchas emociones negativas, cada emociĂłn implica movimiento, de ahĂ que «emociĂłn» venga de la palabra en latĂn «movere», movimiento. Por ejemplo, el enfado tiene mucha energĂa (la gente tiembla, se pone roja, quiere romper cosasâŠ) y la tristeza muy poca (se prefiere estar a solas, sin ruidos, tumbadosâŠ).
Cuando se experimentan emociones hay tres caminos: suprimirlas (la energĂa se queda ahĂ), transformarlas o expresarlas (gastar esa energĂa).
Para que esto se entienda mejor, Alicia Ridao propone el siguiente ejemplo. Una persona hace dos dĂas que ha tenido un examen que le producĂa mucha ansiedad; como lo importante era aprobar ese examen, y nada mĂĄs, se centrĂł en eso y se olvidĂł de sus emociones, suprimiĂ©ndolas.
Ahora ya ha hecho el examen, pero por su sangre todavĂa corre la adrenalina y el cortisol que ha provocado la ansiedad (quizĂĄs tiene el tĂpico temblor en el ojo o le haya salido algĂșn salpullido en la piel) y, ademĂĄs, sus emociones estĂĄn ahĂ, no se han ido a ningĂșn sitio. De repente, esta persona estĂĄ tranquila en casa, baja la guardia y, entonces, esa deuda de emociones negativas aparece.
Esto, a su vez, le genera mĂĄs ansiedad porque no entiende a quĂ© vienen esos sĂntomas. En consecuencia, ahora tiene los sĂntomas de la ansiedad que habĂa estado reprimiendo, mĂĄs los sĂntomas de la ansiedad que estĂĄ sintiendo por sentir ansiedad. No es que su cerebro funcione mal, es que tiene esa deuda de emociones reprimidas y estĂĄn saliendo ahora.
Esto se ve de una manera mĂĄs explĂcita cuando, por ejemplo, alguien rompe a llorar despuĂ©s de tener un orgasmo o mil millones de emociones negativas le asaltan cuando estĂĄ haciendo un ejercicio de relajaciĂłn. Sobre esto Ășltimo, la experta señala que, en su consulta, los pacientes le suelen decir que los ejercicios de relajaciĂłn generan mĂĄs estrĂ©s. Ambas situaciones hacen bajar la guardia, no tener mecanismos de defensa reprimiendo las emociones, y estas aprovechan la situaciĂłn para poder salir. «Si estas personas siguieran, por ejemplo, haciendo ejercicios de relajaciĂłn, verĂan cĂłmo al final acabarĂan relajĂĄndose con ellos», apunta.
Si esto pasa, simplemente hay que soltar todas esas emociones, llorar, estrujar un papel o un cojĂn⊠y continuar con lo que se estaba haciendo.
Cuatro recomendaciones de la psicĂłloga general sanitaria
Ridao quiere ofrecer algunas recomendaciones, para esos casos en los que la ansiedad aparece sin avisar.
Identificar las emociones. Es importante preguntarse a uno mismo quĂ© se siente acerca del examen, el proyecto del trabajo o esa conversaciĂłn pendiente con la pareja. QuĂ© siente, dĂłnde lo siente, cĂłmo se llama eso que siente, por quĂ© lo sienteâŠ
Expresar todo lo posible. La consulta de Psicoexperta estĂĄ llena de personas que no tienen las suficientes habilidades asertivas como para decir a su entorno quĂ© necesitan, quĂ© opinan y quĂ© desean. No se trata de ser egoĂsta, pero sĂ de tener un equilibrio entre lo que uno mismo y los demĂĄs sienten, necesitan y opinan.
Transforma. Cuando cueste expresar las emociones, se pueden transformar. Por ejemplo: no se le puede decir al jefe que es un estĂșpido y se le odia; en esas situaciones en las que no se pueden comunicar las emociones de manera asertiva, hay que transformarlas.
La manera mĂĄs eficaz suele ser a travĂ©s del ejercicio fĂsico (especialmente, correr o hacer algĂșn deporte que implique mucho movimiento), entre 20 y 60 minutos, de manera regular. No vale con hacerlo un dĂa y sentirse igual.
Escribir también es muy beneficioso para expresar todo lo que se siente, sin dudas, sin filtros y, si es necesario, luego se hace añicos el papel.
Prever. Al acabar de hacer ese examen, cuando se odia al jefe o si han salido cosas del pasado, hay que entender que la ansiedad puede aparecer «de la nada» en cualquier momento.
Reprimir emociones solo conduce a tener sĂntomas fĂsicos, como salpullidos, taquicardias o dolores gastrointestinales. Por eso, Alicia Ridao ofrece sus sesiones de psicĂłloga online, para ayudar a las personas que necesiten aprender a gestionar su ansiedad.