Diez aƱos con Podemos: de ‘Mover ficha’ contra el establishment a vengarse de Sumar

Este miĆ©rcoles 17 de enero se cumplen diez aƱos de la presentaciĆ³n en el Teatro del Barrio de Podemos, formaciĆ³n que supo encauzar electoralmente la indignaciĆ³n ciudadana surgida de la crisis capitalista de 2008.

La pequeƱa formaciĆ³n nacĆ­a tras la negativa de Izquierda Unida de realizar primarias abiertas de cara a las europeas de 2014. Esta cita electoral supuso un gran triunfo moral de los morados y una gran derrota del establishment, vĆ©anse la abdicaciĆ³n inmediatamente posterior de Juan Carlos de BorbĆ³n, la crisis de legitimidad del Gobierno de Mariano Rajoy, anegado por la corrupciĆ³n del Partido Popular, la caĆ­da del lĆ­der socialista Alfredo PĆ©rez Rubalcaba, o la jubilaciĆ³n de Cayo Lara al frente de IU.

Un grupo de profesores de la Complutense liderados por un carismĆ”tico politĆ³logo que habĆ­a realizado cinefĆ³rums, creado ‘La Tuerka’ en la tele local de Vallecas, y asesorado al tĆ”ndem XosĆ© Manuel Beiras-Yolanda DĆ­az en las elecciones gallegas de 2012, Pablo Iglesias TurriĆ³n, dio el paso y moviĆ³ ficha.

DE MOVER FICHA A PODEMOS

Asesores de IU, su escisiĆ³n Anticapitalistas, el grupo Juventud Sin Futuro y miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca habĆ­an firmado ese enero de 2014 un manifiesto que dio origen a Podemos, ‘Mover ficha: convertir la indignaciĆ³n en cambio polĆ­tico’. Ā«Las elecciones al Parlamento Europeo se van a celebrar en un momento de profunda crisis de legitimidad de la UniĆ³n Europea. En nuestro caso, estamos ante la mayor pĆ©rdida de credibilidad del rĆ©gimen nacido con la ConstituciĆ³n de 1978. Movimientos de indignaciĆ³n polĆ­tica como el 15M conectaron con una clara voluntad popular: no sacrificar mĆ”s derechos en el altar de unos mercados guiados por la especulaciĆ³n y la rapiƱaĀ», decĆ­a el texto.

La apuesta era de mĆ”ximos al asegurar que alumbraban Ā«una candidatura por la recuperaciĆ³n de la soberanĆ­a popular: es la ciudadanĆ­a la que tiene que decidir, no la minorĆ­a egoĆ­sta que nos ha traĆ­do hasta aquĆ­. Primero van las necesidades de la gente.

Ā«La austeridad y los recortes ahogan la economĆ­a y nuestras vidas. Hay que derogar el artĆ­culo 135 de la ConstituciĆ³n espaƱola y una moratoria para llevar a cabo una auditorĆ­a ciudadana de la deuda que determine quĆ© partes de la misma no son legĆ­timas; las deudas ilegĆ­timas no se pagan. Es necesario una polĆ­tica alternativa que establezca un impuesto sobre las transacciones financieras y el control sobre el movimiento de capitales, asĆ­ como la nacionalizaciĆ³n de la banca privadaĀ», destacĆ³.

Iglesias2 Moncloa
Pablo Iglesias TurriĆ³n.

El Ʃxito electoral de las europeas, mƔs de 1,2 millones de votos, fijaron un aire de proceso constituyente impulsado por Pablo Iglesias, que se habƭa fajado en defender los postulados del 15M en las televisiones deseosas de audiencia, de la extinta Intereconomƭa TV a la interesada La Sexta.

GOLPES DE PODEMOS

Podemos marcĆ³ agenda hasta que fue frenado por una salvaje campaƱa mediĆ”tica vinculada con las cloacas del Ministerio del Interior que dirigĆ­a Jorge FernĆ”ndez DĆ­az, hoy impartidor de lecciones de moral cristiana mientras sus infinitos escĆ”ndalos sorprendentemente no lo llevan a la cĆ”rcel.

Pese a la trompeterĆ­a ultraconservadora, listas auspiciadas por Podemos ganaron el poder en las municipales de 2015 en las principales ciudades, de Madrid a Barcelona. La desconfianza morada hacia estas listas, a las que se negĆ³ a ceder el nombre, le acabaron costando vida mientras el Sistema bendecĆ­a la puesta en marcha de Ā«un Podemos de derechasĀ» -Josep Oliu dixit-, Ciudadanos.

A finales de 2015, Podemos se convirtiĆ³ en tercera fuerza estatal y en la repeticiĆ³n electoral de 2016, ya coaligada con Izquierda Unida, se produjo la sorpresa: el PP mantuvo el poder, el PSOE retuvo la segunda plaza y Unidos Podemos, pese a alcanzar los cinco millones de votos, fue tercero tras evaporarse la posibilidad de sorpasso.

PODEMOS: DE LA TRANSVERSALIDAD AL RESETEO

La pragmĆ”tica transversalidad fijada por ĆĆ±igo ErrejĆ³n fue defendida hasta entonces por Iglesias, que desde mediados de 2016 se fajĆ³ en recuperar el poder interno contra su mano derecha y siguiĆ³ desangrĆ”ndose entre campaƱas mediĆ”ticas cada vez mĆ”s agresivas. El procĆ©s arrebatĆ³ a Podemos la agenda y en 2018, con la formaciĆ³n morada en crisis tras la compra del chalet de Galapagar por parte de Iglesias e Irene Montero, Pedro SĆ”nchez se convirtiĆ³ en presidente gracias a los votos del partido que antaƱo despreciaba y que desde las primarias socialistas habĆ­a comenzado a imitar.

En 2020, tras otra doble elecciĆ³n, Unidas Podemos rompiĆ³ ocho dĆ©cadas sin comunismo en el Gobierno y alcanzĆ³ poder, con Iglesias como vicepresidente hasta que, harto de campaƱas y aburrido por la burocracia institucional, intentĆ³ redimirse y acabĆ³ jubilĆ”ndose polĆ­ticamente para intentar influir, otra vez, desde los platĆ³s de periferias.

Podemos, hoy en dĆ­a, intenta hacer acopio de presencia mediĆ”tica con la intenciĆ³n, diez aƱos despuĆ©s, de recuperar la bandera del 15M y mantener la del feminismo de cara a unas europeas en las que Irene Montero intentarĆ” resetear la alicaĆ­da marca ante su socialdemĆ³crata y personalista escisiĆ³n, Sumar.