Osoro apela a que EspaƱa trate con Ā«respetoĀ» a migrantes y refugiados

El cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, ha apelado este domingo durante la homilĆ­a por la festividad de la Virgen de La Paloma a que EspaƱa tome Ā«decisiones respetuosasĀ» respecto a cuestiones que afecten a refugiados y migrantesĀ».

Ā«Todas las naciones tienen derecho a su seguridad y protecciĆ³n interna, pero ese derecho debe ser ejercido dentro de los patrones de la justicia social, la compasiĆ³n y el respeto por la dignidad de la persona y de las familias vulnerablesĀ», ha lanzado Osoro, quien ha pedido a la comunidad cristiana a rezar por ese objetivo y ha recordado que Madrid ha sido tierra de acogida histĆ³ricamente.

En este punto, ha recordado como la capital ha acogido a gente Ā«de todas partesĀ» , tanto de otras autonomĆ­as como de otros paĆ­ses que huĆ­an por Ā«situaciones de penuria econĆ³mica o por confrontaciones polĆ­ticasĀ».

Ha instado tambiĆ©n ha buscar relacionarse con los demĆ”s Ā«buscando construir fraternidadĀ», como, por ejemplo, a travĆ©s de congregaciones, asociaciones o instituciones nacidas en Madrid qeu buscan Ā«llevar a otros alegrĆ­aĀ».

Asimismo , tambiĆ©n puesto el foco en la necesidad de mantener las Ā«raĆ­ces cristianas de MadridĀ» y no caer en la Ā«tentaciĆ³nĀ» de volver a la capital una Ā«ciudad muerta, sin sentido, sin arraigos, sin motivaciones, sin historiaĀ».

Ā«No eliminemos a Dios de la vida, que es la tentaciĆ³n de una civilizaciĆ³n sin entraƱas y sin amor. Dios es Alguien que estĆ” entre nosotros; el ser humano tiene un deseo innato de abrirse mĆ”s y mĆ”s hasta encontrarse con quien sabe que lo amaĀ», ha expuesto Osoro, quien entiende que quitar a un pueblo Ā«sus raĆ­ces es destruirlo y matar su vidaĀ».

Al hilo, ha recomendado que ante un mundo globalizado en el que Ā«bienes, servicios, dinero e ideas circulan con una velocidad y dimensiones sorprendentesĀ», se opte por Ā«dar vida a quienes llegan y quienes estĆ”nĀ» en la capital.

Como parte de esta homilĆ­a, Ossoro ha recordado tambiĆ©n a las vĆ­ctimas mortales de la explosiĆ³n ocurrida a principios de aƱo en un edificio en la Calle Toledo, que derribĆ³ la casa parroquial y causĆ³ cuatro muertos, entre ellos un sacerdote.