La Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional dejará esta semana visto para sentencia el juicio contra el mayor de los Mossos d’Esquadra Josep Lluís Trapero, la intendente Teresa Laplana y los exjefes políticos de la policía autonómica César Puig y Pere Soler durante el proceso independentista en Cataluña, pues sólo falta que la Fiscalía y las defensas expongan sus informes finales.
Será mañana, lunes, cuando el fiscal Miguel Ángel Carballo explique las razones que le han llevado a rebajar su petición de condena de rebelión a sedición, por el que pide 10 años de prisión para Trapero, Puig y Soler, aunque también propone una pena alternativa de desobediencia, condena que no conlleva cárcel sino la inhabilitación para ejercer cargo público. Para Laplana, el Ministerio Público mantiene su acusación inicial de sedición y solicita 4 años de prisión.
El martes será el turno de las defensas de los cuatro acusados, que solicitarán la libre absolución para sus defendidos. El tribunal que preside la magistrada Concepción Espejel tiene previstas dos sesiones para los informes de los abogados, por lo que el juicio quedará visto para sentencia previsiblemente el miércoles, después de que se dé a Trapero, Laplana, Puig y Soler la oportunidad de utilizar el turno de última palabra.
Las tres últimas sesiones se celebrarán en la sede de la Audiencia Nacional en la localidad madrileña de San Fernando de Henares, ya que tanto acusados como abogados asistirán presencialmente y allí las salas de juicio son más grandes que en la sede central de la calle Génova para poder mantener las distancias de seguridad.
La vista oral comenzó el pasado 20 de enero y pondrá punto final después de más de una treintena de sesiones que se vieron interrumpidas en marzo por la alerta sanitaria generada por la pandemia de coronavirus, cuando el juicio estaba a punto de terminar a falta de cuatro jornadas.
Por eso, una vez retomados los plazos procesales y con el regreso de la actividad judicial, uno de los primeros juicios que retomó la Sala de lo Penal fue el que acusa a la cúpula de los Mossos d’Esquadra en el otoño de 2017, durante el proceso independentista en catalán que ya ha tuvo otro recorrido judicial en el Tribunal Supremo con la sentencia por sedición de los líderes políticos y sociales.