Hace unos días se anunciaba la noticia de que el Gobierno había informado a la UE de su propósito de aplicar el IVA del 21% a las bebidas edulcoradas y azucaradas que se venden en España. Una medida que ha sido aplaudida por muchas personas que desean que se promocione con más ímpetu los beneficios (y la reducción de costes sanitarios) de unos hábitos de alimentación saludables. Una buena parte de los expertos confían en que un aumento del impuesto sobre el valor añadido puede ayudar a reducir el consumo de este tipo de productos tan poco sanos.
El resto no está tan convencido de que esto vaya a ser eficaz, ya que el paso del 10% actual, al 21%, es una subida de un 11% poco significativo a nivel individual. Diferente sería si la subida del IVA fuese acompañada de un impuesto del azúcar, tal y como se ha propuesto en otras ocasiones, algo que se ha desestimado por la presión de los sectores afectados. Al final, quien paga siempre es el consumidor.
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Otra forma de escapar de la subida del IVA en los refrescos es tirar del clásico entre los clásicos: la cerveza. No vamos a caer en el discurso de que un vasito de cerveza puede ser saludable porque es una afirmación que ya se ha desmentido. Pero a todas luces un aperitivo puntual acompañado con una cerveza fría es más saludable y menos calórico que uno acompañado de una bebida de cola. Como limitar el consumo de alcohol es tan importante como limitar el consumo de azúcar, podemos optar por cervezas ‘Sin’ o ‘0,0’, disponibles en distintos formatos en Mercadona.
