Las obras de arte más románticas de la historia

El amor es un tema recurrente en el mundo de las artes. Desde la música a la poesía hasta la cinematografía o la pintura, son muchos los autores que han querido reflejar a su manera este bonito sentimiento. Si te gusta el arte y, además, eres una persona que cree en el amor, lo más seguro es que te apetezca conocer cuáles son las obras de arte más románticas de la historia. ¡Allá vamos!

¿Cómo se refleja en la pintura el amor y el mundo de las relaciones de pareja?

Desde siempre, el amor (y, cómo no, el desamor) ha sido fuente de inspiración para los artistas. Cada autor tiene su técnica, está claro, pero aun así es posible identificar ciertos patrones a la hora de plasmarlo en la pintura.

Por supuesto, la presencia de corazones no deja lugar a dudas de que nos encontramos frente a una pintura que trata de estampar el romanticismo, pero hay muchos más recursos. En ocasiones, no hace falta que los enamorados aparezcan besándose, pues hay muestras de afecto que lo dicen todo, como una mirada penetrante, un abrazo o simplemente dos manos que se entrelazan.

También expresa mucho el entorno. En diversas obras de arte, los enamorados se hallan en un frondoso jardín, aunque cualquier paisaje bucólico es apropiado para reflejar una bonita historia de amor.

Las 4 obras románticas por excelencia

Muchas obras de arte representan toda una oda al amor, si bien algunas destacan más que otras. He aquí las 4 pinturas que tienes que conocer si eres un romántico empedernido.

El beso (Gustav Klimt)

El beso es, probablemente, la obra más célebre del pintor austríaco Gustav Klimt y sumerge al observador en un universo donde reina el erotismo. Esta pintura refleja a una pareja de amantes en clara conexión con la naturaleza, plasmada a través de una pradera de flores. De esta manera, el simbolismo del amor se ve reforzado. Predomina el color dorado en un claro guiño a la iconografía antigua de los santos. Klimt pintó El beso en el año 1908 y recrea a la perfección ese vínculo especial que tienen los enamorados.

En la cama (Henri Toulouse-Lautrec)

A pesar de que Henri Toulouse-Lautrec procedía de una familia adinerada, se sentía mucho más cómodo en los burdeles del París de finales del siglo XIX que en los eventos de la aristocracia. Sus continuas visitas a estos espacios de libertinaje inspiraron este cuadro que muestra a dos amigas prostitutas. No importa nada más que ellas, ni siquiera dónde se hallan. Solo sus rostros y ese beso lésbico sin pudor ni tabúes.

El cumpleaños (Marc Chagall)

Esta pintura pone de manifiesto la devoción que Marc Chagall sentía por su esposa Bella. El artista francés quiso representar ese amor puro y fluido que había entre ambos en El cumpleaños, una obra en la que se funden en un delicado beso mientras Bella sostiene un ramo de flores. Creado en el año 1887, este trabajo enclavado en el estilo cubista no solo rezuma romanticismo, sino también dicha y alegría.

Los amantes (Rene Magritte)

Este cuadro profundiza en el concepto de pareja a través de un interesante simbolismo. Los amantes aparecen con la cabeza cubierta por un velo mientras se besan. Esta original presentación profundiza en el hecho de que, al fin y al cabo, la otra persona siempre será un enigma, aun creyendo conocer todo de ella.

Para entusiastas de las citas en los museos: ¿dónde se localizan estos cuadros?

Los museos y galerías de arte se encuentran entre los mejores sitios para tener citas con mujeres. Estos espacios son perfectos para disfrutar de un encuentro distendido y de una interesante conversación. Para ello, lo mejor es que averigües dónde se localizan las obras de arte anteriormente mencionadas.

El beso se halla en el Palacio Belvedere en la ciudad de Viena (Austria). Por su parte, En la cama está en el Museo d’Orsay en París, mientras que El cumpleaños se encuentra expuesto en el emblemático MoMA de Nueva York. También en el Museo de Arte Moderno de Nueva York está Los amantes.