¿Por qué Margarita del Val es tan pesimista con la pandemia?

Dicen que un pesimista es un optimista bien informado, y Margarita del Val sin duda estaría en este grupo, sobre todo porque en cuanto a información y conocimiento le sobra, porque es una de las mayores expertas en virología e inmunología. Esta química, viróloga e inmunóloga es científica e investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de la respuesta inmunitaria frente a las infecciones virales e investigadora científica en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa. Por algo es una de las voces más reputadas y solicitada por la mayoría de medios de comunicación, donde es habitual casi a diario.

Allí siempre aparece desde su lugar de trabajo o su casa para advertirnos, normalmente, de lo que se está haciendo mal y de lo que viene, y trasladar un mensaje que suele ser de lo más realista y, a ojos de muchos, pesimista. Pero hasta ahora casi siempre los hechos le han dado la razón. Vamos a repasar esas advertencias basadas en sus análisis e investigaciones, pero también en las evidencias de sus colegas.

3
Una excepción: el día que Margarita del Val se mostró optimista

 Margarita del Val

Fue en marzo de este año, curiosamente, cuando las cosas iban mucho peor que ahora, al menos en cifras de pacientes graves, UCIs y muertes. Por entonces, Margarita del Val realizó unas declaraciones que empujaban al optimismo. Fue en una entrevista concedida a Radio El Respeto. Por entonces, la llegada de las vacunas le hizo dar un giro. Con ese «horizonte», se mostraba «mucho más positiva». De acuerdo con la científica, la administración de las dosis (aunque por entones solo dos millones las personas estaban con pauta completa) suponía un cambio «muy importante».

Sin embargo, actualmente ya no es tan optimista, con más de la mitad de la población española con la pauta completa. Pero es que estamos en una situación de rebrotes, relajación de las normas, de la misma actitud de la población y sobre todo de las nuevas variantes como la Delta que comienzan a ser dominantes y son hasta un 60% más infecciosas. Tanto es así, que se habla ya de administrar una tercera dosis de Pfizer y Moderna.