El presidente de Castilla-La Mancha y secretario general del PSOE en la región, Emiliano García-Page, ha asegurado a su llegada a Ferraz para abordar con presidentes autonómicos socialistas y la dirección del partido la financiación autonómica a 18 días de hacerlo junto a los líderes de Cantabria, Galicia y Castilla y León que la cita fijada en Galicia no ha de entenderse como «un frente» sino como un ejemplo de «diálogo».
En declaraciones a los medios, ha recalcado que se trata de una cita para «fijar posición» de problemas compartidos, recordando que aunque vaya a ser el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, el que ejerza de anfitrión, no es el impulsor de la reunión.
Lo importante ahora para García-Page es «escuchar a distintos partidos» hablar de posiciones «razonables», y, sobre todo, «desdramatizar el debate territorial», ya que es «lógico» que exista.
Por ello, ha dicho a los que «políticamente aplauden a sanitarios o se enteran ahora de que existe el despoblamiento», que es con presupuesto como se solucionan los problemas de la España vaciada o como se financia la sanidad a través de las autonomías.
Del mismo modo, defiende que en la cita gallega no se ponen en juego «caprichos de presidente», sino servicios públicos y la garantía del derecho de igualdad.
PRIMARÁ C-LM ANTE TODOS
García-Page ha dicho que «sin duda» va a defender por encima de todo los intereses de Castilla-La Mancha, recordando que «de lo que se trata es de rendir servicio a la ciudadanía de la misma».
En este punto, ha reparado en que él mismo defiende a Pedro Sánchez cuando en nombre de España acude a Europa a defender dinero para el país, por lo que ha de entenderse que los presidentes autonómicos han lo mismo.
«Lo que veo mal es que haya dirigentes en España en la oposición que cuando esto ocurre ponga zancadillas», ha aseverado, afirmado que la reunión entre presidentes es «buena cosa».
