El Partido Popular quiere echar al presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, a toda costa. Fuentes de la séptima planta de Génova aseguran que el barón popular se ha quedado sin apoyos dentro de la formación y que a estas alturas no hay ningún peso pesado del PP que dé la cara por Alfonso Fernández Mañueco. En Génova exploran la vía de echarle de Castilla y León y desprenderse de uno de sus barones más incómodos y oportunistas. Y la clave que manejan es utilizar la compra de afiliados por la que investigan al presidente autonómico, esa con la que se ganó su puesto en las primarias. La investigación ahonda en el hecho de que militantes que no estaban al corriente de pago recibieron presuntamente el importe restante en negro del propio Mañueco, una pieza clave que Génova prevé utilizar contra su barón más incómodo.
Ni siquiera altos cargos de Gobierno de José María Aznar que trataron con él tienen una buena imagen de Alfonso Fernández Mañueco. El ala casadista tampoco es que hable maravillas del presidente de Castilla y León, pues conocen sus maniobras para echar a Pablo Casado en plena pandemia. Pero es que la nueva ejecutiva de Alberto Núñez Feijoo tampoco se siente cómoda con Alfonso Fernández Mañueco después de que el presidente autonómico utilizara el vacío de poder tras la salida de Casado para pactar con Vox en contra del criterio que impuso el presidente gallego. Mañueco no tiene ni un solo amigo en el PP y sabe que le están preparando la cama, pero él espera aguantar esta legislatura y agotarla hasta el final. Solo queda esperar que el PP ponga en marcha su estrategia para echarle.
Fuentes de Génova aseguran a MONCLOA.com que uno de los asuntos más feos que rodean a Alfonso Fernández Mañueco no es su incompetencia al frente de su autonomía, sino la turbia forma con la que ganó las primarias que le colocaron donde está. Mañueco pagó presuntamente 1.000 euros de su bolsillo para poner al corriente de pago a algunos militantes para que le votaran en las primarias y así ganar el proceso. Tenía dudas y sabía que tenía en su contra a todo el partido, pero nadie contaba con que Mañueco podría tirar de cartera para comprar un puñado de militantes e inclinar las fuerzas a su favor. Este proceso es el que Génova espera utilizar contra el presidente de Castilla y León para apartarle de sus funciones y librarse de él. Pero aún queda tiempo para preparar la estrategia.
Alfonso Fernández Mañueco ha salido tocado tras calcinarse 25.000 hectáreas
Entretanto, Alfonso Fernández Mañueco sigue sumando malas noticias para el Partido Popular. El incendio de la Sierra de la Culebra, de Aliste concretamente, ha pesado mucho en el PP dado que no solo Alfonso Fernández Mañueco ha salido tocado tras calcinarse 25.000 hectáreas. También su consejero de Medio Ambiente ha ocupado algunos titulares por haber dicho que no tenía sentido gastarse el dinero todo el año en dispositivos de prevención de incendios. Este incendio le ha pasado factura porque hasta su chaleco blanco, ese con el que fue a la zona calcinada de Aliste, se ha hecho viral en las redes por no haberlo usado muy a menudo. Pero esto es una anécdota más que agranda la leyenda de Alfonso Fernández Mañueco, el barón más incómodo del PP.
Los populares creen que el asunto de la compra de militantes no va a acabar bien para el presidente autonómico. Lo creen porque las fuentes de Génova aseguran que el líder de Castilla y León está muy tenso con este tema e insisten mucho en que cada vez que se saca el asunto en una reunión privada se pone muy nervioso. En el PP ven en la compra de militantes una herramienta perfecta para forzar la salida de Afonso Fernández Mañueco, aunque dan por hecho que será muy difícil hacerle salir mientras tenga la presidencia de Castilla y León agarrada junto a Vox. Aún así, lo intentarán con todo, aunque no se presente Alfonso Fernández Mañueco a ninguna de las reuniones ni eventos del Partido Popular.
Estas mismas fuentes de la séptima planta del edificio de Génova 13 insisten en que Alberto Núñez Feijoo, expresidente de Galicia y presidente del Partido Popular, no perdona a Mañueco que utilizara el vacío de poder tras la salida de Pablo Casado para pactar con Vox cuando tenía bien claro que la ejecutiva entrante tenía la idea de aislarles. Aún así, a Mañueco le pesó más ser presidente de la Junta durante cuatro años más que respetar la doctrina del partido. Todo esto ha dejado claro que Mañueco se ha quedado sin amigos y que todos buscarán su ruina a la más mínima puerta que se abra a su paso.
