Alcoholismo o abuso del alcohol: estas son las diferencias

El consumo de alcohol está tan arraigado socialmente que no nos damos cuenta de los límites a los que llegar. ¿Beber a diario se considera alcoholismo? ¿O es cuestión de cantidad? ¿Eres alcohólico si bebes poco pero en casa y sin embargo no se considera si lo haces mucho socialmente? No es relativo, sino que son tendencias o impresiones que tiene la gente, porque ellos mismos forman parte de esos casos. Veamos por tanto cómo diferenciar alcoholismo de un abuso de alcohol, una reflexión y análisis necesario al ser una costumbre tan legal como indisoluble de nuestro día a día y nuestra vida social. Y es que la mayoría no entiende salir con los amigos o divertirse sin él.

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LO QUE CONLLEVA EL CONSUMO NO MODERADO DE ALCOHOL

Como en todo, la moderación es la clave, y más aún con el alcohol, si bien lo ideal es no tomar ni gota, incluidas las famosas recomendaciones de una copa de vino o una cerveza al día. Está más que demostrado que el consumo no moderado de bebidas alcohólicas se relaciona con múltiples problemas de salud: obesidad, hipertensión, aumento del nivel de triglicéridos, pancreatitis, cirrosis hepática, diferentes tipos de cáncer y daños cerebrales. 

Sin embargo, los que esgrimen la frase típica de “yo controlo” y apostando por un consumo moderado, al final nunca es así. Lo normal es que se beban cantidades superiores a las recomendadas, que ya de por si deberán de ser muy pequeñas. Existen además muchas situaciones y estímulos que invitan a beber, mientras que los efectos nocivos del abuso suelen aparecer a medio o largo plazo.