Mareos en verano: causas y trucos para no sufrirlos más

Con el calor intenso del verano, los problemas circulatorios limitan la vida de muchas personas y restan calidad de vida. Dolores de cabeza, mareos, incluso desmayos, son algunas de las consecuencias de unas temperaturas tan elevadas que el organismo apenas puede adaptarse a ellas.

El sistema cardiovascular es el primero que se ve afectado, por eso durante el verano hay muchos problemas de tensión baja y vasodilatación. También se incrementa la sudoración y la pérdida de líquidos y minerales, lo que puede provocar que el cerebro reciba menos flujo sanguíneo.

POR QUÉ NO SE RECOMIENDAN LAS DUCHAS DE AGUA FRÍA

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Cuando tenemos mucho calor, nuestro primer pensamiento es hacer todo lo posible para bajar la temperatura. Parece que darnos una ducha de agua fría puede ser una idea, ya que enfriamos el cuerpo y así, durante un rato, dejaremos de sentir el calor intenso del aire exterior. Sin embargo, si el agua está muy fría, puede pasar justo lo contrario.

Cuando el cuerpo nota que el agua está a una temperatura por debajo de la del organismo, se activa un mecanismo para tratar de mantener el calor. La sangre dejará de irrigar para perder menos temperatura y, por lo tanto, se generará más calor interno. Lo ideal es usar agua tibia.