El mejor pan rallado para empanar las croquetas

Las croquetas de mi abuela son las mejores. El eterno debate que siempre sale a pasear cuando nos comemos este plato en un bar o cuando probamos la receta casera en alguna casa ajena. La realidad es que hay miles de recetas para hacer este plato emblema de la gastronomía de nuestro país. Pero: ¿Cómo podemos conseguir que la cobertura que envuelve la bechamel esté bien crujiente? Muchos te dirán que la mano del cocinero es lo que marca la diferencia o que la temperatura del aceite es la clave para un rebozado crujiente. Bueno, pues hay un pan rallado para mejorar el rebozado de tus croquetas y te lo vamos a enseñar a continuación para conseguir la mejor croqueta del mundo o, por lo menos, la más crujiente.

OCTAVO PASO: FREÍR LAS CROQUETAS

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Una vez que tenemos bien rebozadas las croquetas, es momento de pasarla al aceite caliente. Cogemos una sartén y añadimos una generosa cantidad de aceite y lo ponemos al fuego a temperatura media. Dejamos que se caliente durante cinco minutos o hasta que veamos que empiezan a salir burbujas del fondo y pasamos nuestras croquetas. Lo mejor es hacer rondas de unas 7 u 8 croquetas, para que no se peguen y no queden algunas más doradas que otras. Las cocinamos durante 6 o 7 minutos o hasta que veamos que el rebozado está bien dorado. Dejamos reposar durante dos minutos en papel de cocina para que absorba el exceso de aceite y ya tendremos listas nuestras croquetas bien crujientes.