Se acerca la temporada de guisos calentitos y platos de cuchara que tanto nos gustan. Uno de los platos más tradicionales y fáciles de preparar son las lentejas, una de nuestras legumbres preferidas. Según los expertos, los españoles no consumimos tantas legumbres como deberíamos (lo ideal sería unas 3 o 4 veces por semana), así que ahora que lo pide el cuerpo, es el momento de hacer espacio en nuestra mesa a los potajes y cocidos tan habituales en nuestra gastronomía. Hoy te proponemos unas lentejas ligeras para esos días en los que aún no apetece demasiado tomar un plato demasiado contundente.
3QUÉ VARIEDAD DE LENTEJA ELEGIR
Antes de pasar a la elaboración de este rico guiso hay que pararse un momento a elegir las lentejas. En el supermercado vamos a encontrar varios tipos, aunque la más práctica para este plato es la pardina extra, la más común y la de tamaño más pequeño. Lo bueno de esta variedad es que se cuecen bastante rápido y no hace falta siquiera mantenerlas a remojo, aunque aún podemos ahorrar más tiempo si las remojamos. Solamente hay que dejarlas en un bol grande lleno de agua fría desde la noche anterior. Esto también ayuda a eliminar los olisacáridos, los azúcares que en ocasiones provocan gases. Al día siguiente apartamos las lentejas que se han quedado flotando en el agua, que no suelen ser aptas para el guiso. Escurrimos bien y las reservamos para después.
