El secreto para hacer una fabada sana en solo diez minutos

Con la llegada del otoño y del mal tiempo primamos de nuevo los platos calientes y de cuchara, tras abusar de ensaladas, helados, ensaladillas y picoteo. Es momento de volver a la cocina de toda la vida y a recetas tradicionales que son mano de santo contra el frío y el hambre. Son platos deliciosos, saciantes y nutritivos como la fabada asturiana. Pero muchos ponen la pega de ser un plato demasiado fuerte. Pues tenemos la solución para que cocines una versión saludable y además en muy poco tiempo. Toma buena nota.

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CUÁNDO COMER LA ESTA FABADA PARA QUE SE MÁS SANA

Parece una pregunta extraña, puesto que todo diríamos en cuanto esté cocinada y lista para servir, pero la fabada está más rica al día siguiente, previo desgrasamiento, clave para esta receta más sana y así librarse de la grasa saturada.

¿Y cómo conservarla hasta el día siguiente? Pues dejando el guiso en la olla, tal cual, y metiéndolo en la nevera, sin poner en otro recipiente. Eso sí, una vez que está fría y completamente tapada. Al día siguiente verás esa capa de grasa que hay que quitar con una cuchara o espumadera. Y olvida el argumento que con ello se pierde sabor, porque no es así, esa grasa es puro sebo sin sabor.