Cómo hacer unas berenjenas a la parmesana para chuparse los dedos

El plato de berenjenas a la parmesana es una receta sencilla y que nunca falla, de esas que están a la altura de los mejores chefs y que al mismo tiempo, siempre salen bien, por muy torpe que te sientas en la cocina. Además, la berenjena es una hortaliza muy versátil, de sabor suave, que puede combinar a la perfección con cualquier ingrediente. Hechas a la parmesana, quedan con una textura cremosa que es una delicia y pueden servirse como plato único, acompañado con una ensalada verde, o como guarnición para carnes y pescados. Y todo sin demasiadas complicaciones.

ELABORACIÓN DE LAS BERENJENAS A LA PARMESANA

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En primer lugar, lavamos las berenjenas y las secamos. En una tabla cortamos los dos extremos, que desechamos, y troceamos el resto en rodajas no muy gruesas, con la piel incluida. Otra opción es hacer el corte longitudinal en forma de bastón, al gusto de cada casa. Lo siguiente es quitar el amargor natural de esta hortaliza, un paso fundamenta para que la receta quede perfecto. Para ello, colocamos las rodajas en un bol lleno de agua con un puñado de sal gorda y dejamos a remojo unos 10 minutos. Después las escurrimos, las lavamos y las secamos bien con papel absorbente.