El Reino de Marruecos acabaría de apuntarse un tanto ante su principal aliado, los Estados Unidos, al entregar piezas de repuesto de los carros de combate de origen ruso T-72 a Ucrania, aunque Rabat no lo ha reconocido ni denegado oficialmente.
Las Reales Fuerzas Armadas de Marruecos prácticamente desde su creación en 1956 han seguido la política de diversificación de los proveedores de su material de defensa; así además del de origen occidental, principalmente francés y estadounidense, también se han dotado de material soviético/ruso. Muy poco pensaría el Gobierno de Rabat, cuando compró un lote de 136 T-72B y 12 T-72BK (que son la versión de mando con equipo de comunicaciones reforzado) y un importante stock de repuestos a Bielorrusia entre 1999 y 2001, que le daría una ventaja cara a favorecer la estrategia de su aliado norteamericano para desgastar a Rusia, rearmando a los ucranianos.
Por entonces Marruecos quería reforzar su parque de carros de combate o Main Battle Tank (MBT) como se les designa internacionalmente, compuesto principalmente por los norteamericanos M-60 y los más antiguos M-48. Por ello compró los T-72, que formaban parte de los excedentes del Ejército de este país satélite de Rusia, que heredó 1.465 tras la disolución de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en 1991. Una vez entregados los T-72, se asignaron a la 6ª Real Brigada Acorazada, designada popularmente en el seno del Real Ejército como la Brigada rusa.
Esta solución no debió de cuajar mucho, ya que Marruecos no compró más T-72, a pesar de que en aquella época eran muy baratos los excedentes que vendían las antiguas repúblicas surgidas de la desaparición de la URSS, por lo que en la década siguiente se cerraron varios contratos con Estados Unidos para reequiparse con los modernos M1A1SA/M1A2M Abrams.
Estamos en el caso del T-72 ante un carro de combate de 41,5 toneladas de peso, armado con un cañón de 125 mm y dos ametralladoras, que se empezó a construir en serie en 1973, habiéndose producido hasta 1990 la espectacular cifra (para este tipo de material) de 25.000 unidades. Aunque ha sido superado por su desarrolló, el T-90, y los principales MBT occidentales, sigue siendo ampliamente utilizado por múltiples naciones, entre ellas las enfrentadas Rusia y Ucrania. En el caso de los del Gobierno de Kiev, heredó más de 1.000 tras la disolución de la URSS, pero su número fue disminuyendo principalmente por ventas a otros países, hasta contar con poco más de un centenar (modernizados localmnete) en servicio en el momento de la invasión por parte de las tropas de Putin, el pasado 24 de febrero. Si bien los ha reforzado con unos pocos cientos capturados a las fuerzas de Moscú, que es el MBT más usado por éstas durante la invasión, y dado el gran conocimiento del material que tienen, les permite enseguida ponerlos a actuar contra sus antiguos propietarios.
En julio de 2015 el conglomerado militar de la industria de defensa ucraniana Ukroboronprom encargó al Reino de Marruecos repuestos para sus MBT de dicho modelo, por lo que existe un precedente de relación comercial en el campo de la defensa entre ambos países.
En abril de este año, Estados Unidos empezó a buscar en el mercado internacional MBT T-72 para entregarlos a las fuerzas ucranianas y con ellos hacer frente a la agresión rusa. Así en primer término, la altamente concienciada Polonia entregó 200 a Kiev, siendo poco después puestos a su disposición por parte de la Republica checa que, como los polacos, tenían cientos procedentes de la época en que pertenecían al extinto Pacto de Varsovia.
En principio la posición de Rabat ante la “lejana” guerra en Ucrania era, en línea con la mayoría de los países musulmanes, de neutralidad, aunque en el campo de la defensa pronto le afectó. Así la entrega en abril de este año por parte del Gobierno de París al de Kiev de misiles antitanque Milan y obuses montados sobre camión o CAmion Équipé d’un Système d’ARtillerie (CAESAR) provocó el retraso de la puesta a disposición de los modernos sistemas artilleros de dicho modelo de Marruecos, ya que se tomaron del pedido realizado por el Reino.
Poco después, según desvela el medio especializado francés Africa Intelligence, la diplomacia estadounidense “en el mayor de los secretos, logró convencer a Rabat para que entregara repuestos para vehículos blindados T-72 a Kiev”.
Esta operación sitúa, de hecho, a Marruecos del lado de Ucrania, rompiendo la neutralidad oficial de Rabat ante el conflicto. Durante la votación en la Asamblea General de la ONU el pasado mes de marzo sobre la resolución “condenando la agresión rusa en Ucrania”, Marruecos se abstuvo de votar, prefiriendo estar ausente que tomar posición. En marzo y abril el Reino había hecho lo mismo para evitar posicionarse frente a Rusia.
Aunque posteriormente participó a finales de abril en un encuentro con más de 40 aliados de Estados Unidos, incluidos la mayoría de los miembros de la OTAN, realizado en la base aérea de Ramstein (Alemania) para discutir el aumento de la ayuda militar al gobierno de Zelensky.
