Recomiendan que las escuelas adopten un enfoque a largo plazo para reducir la violencia en las relaciones de los jóvenes

Los centros escolares deben adoptar un enfoque a largo plazo para reducir el problema mundial de la violencia en el noviazgo y las relaciones de pareja entre los jóvenes, según el análisis de investigación más exhaustivo y de mayor alcance jamás realizado en este ámbito, según un estudio publicado en la revista ‘American Journal of Public Health’.

Los centros escolares de todo el mundo pueden ser focos de violencia en las relaciones de noviazgo, es decir, violencia entre jóvenes que mantienen relaciones de noviazgo o de «novio/novia».

Las estimaciones más conservadoras sugieren que hasta un tercio de los niños en edad escolar sufren violencia en el noviazgo y la relación, como abuso físico, sexual y psicológico, incluido el abuso en línea y el control coercitivo. Los jóvenes que sufren o perpetran este tipo de violencia corren un mayor riesgo de sufrir violencia doméstica en la edad adulta.

Por ello, las escuelas de todo el mundo están sometidas a una presión cada vez mayor para que enseñen a mantener relaciones sanas. Numerosos programas han tratado de abordar estas cuestiones y reducir la violencia, pero hasta ahora no se disponía de pruebas sobre qué enfoques funcionaban.

Ahora, investigadores de la Universidad de Exeter (Reino Unido) han revisado 68 ensayos realizados en todo el mundo, para tratar de obtener una imagen más clara de qué pautas son eficaces para reducir la violencia en las citas, las relaciones y la violencia de género, incluido el acoso sexual y el acoso homófobo y transfóbico.

Los resultados, financiados por el Instituto Nacional de Investigación Sanitaria y Asistencial (NIHR) de Estados Unidos, indican que los programas basados en la escuela son más eficaces para prevenir la violencia en las citas y las relaciones que para prevenir la violencia de género.

La investigación también muestra que, para ser eficaz, se necesita una visión a largo plazo durante más de un curso escolar, ya que el impacto no siempre es inmediato. También concluye que lo que mejor funciona es un planteamiento sencillo. Para ser eficaces a largo plazo, los programas deben ser sencillos y fáciles de aplicar, directos y muy pertinentes tanto para el profesor como para los alumnos.

Según el autor principal, el profesor G.J. Meléndez-Torres, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Exeter, «hay una necesidad urgente de reducir la violencia en las citas y las relaciones, por la seguridad de los estudiantes y para fomentar relaciones más sanas más allá de las puertas de la escuela».

«Esta revisión es la investigación más exhaustiva de los programas llevados a cabo en la escuela para reducir la violencia en las citas y las relaciones –indica–. Y lo que es más importante, muestra que los esfuerzos para reducir la violencia en el noviazgo y en las relaciones pueden ser eficaces, pero las escuelas deben adoptar una visión a largo plazo».

La investigación encontró más pruebas sobre la eficacia de los programas para la violencia en el noviazgo y la relación que para la violencia de género, lo que indica que se necesitan nuevas estrategias y más investigación.

Ann Hagell, directora de investigación de la Asociación para la Salud de los Jóvenes, comenta que «los jóvenes dicen que la violencia en el noviazgo, la violencia en las relaciones y la violencia de género son mucho más comunes entre los niños en edad escolar de lo que podríamos pensar o esperar».

«Tiene mucho sentido centrar las soluciones a este problema mundial en las escuelas –subraya–. Nuestra investigación ha demostrado que no es fácil conseguirlo. Sin embargo, esta revisión es un primer paso fundamental para ayudar a identificar cómo mejoramos los resultados para nuestros jóvenes, para mejorar su seguridad y su capacidad de fomentar relaciones más sanas en el recinto escolar, y mucho más allá».