Los temibles caza carros A-10 de nuevo en España

Durante las últimas dos semanas, la base aérea de Zaragoza ha contado con unos huéspedes muy especiales, en el marco del ejercicio Defender Europe, dirigido por las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos y ejecutado en Estonia, Grecia y España.

El domingo 7 de mayo aterrizaron, procedentes de Lajes, en las islas Azores, cinco aviones de ataque a tierra Fairchild-Republic A-10 Thunderbolt II. El A-10 es un peculiar avión de ataque a carros de combate y otros vehículos blindados, diseñado en los años setenta, en plena guerra fría. Fue construido alrededor de un potente cañón rotativo GAU-8 Avenger y está dotado de un poderoso blindaje que protege al piloto. Sus motores, situados en una posición muy poco convencional, en la parte más alta de la cola del avión, también están diseñados para aguantar mejor el ataque de los sistemas de defensa antiaérea. Tras mucho tiempo sin pasar por España los A-10 han vuelto a España coincidiendo con el recrudecimiento de la guerra en Ucrania.

Las misiones de ataque

Los Warhog o simplemente Hog, como son más conocidos, han permanecido en la base aérea de Zaragoza durante dos semanas. A lo largo de estos días, han realizado misiones de apoyo aéreo cercano (Close Air Support, CAS) a las tropas paracaidistas y helitransportadas españolas y norteamericanas que han desplegado en esta fase española del Defender Europe. En concreto, a la 173 Brigada Aerotransportada del US Army, con base en Vicenza (Italia), y a la Brigada Almogávares VI de nuestro Ejército de Tierra, la conocida BRIPAC, de Paracuellos del Jarama (Madrid).

Además, durante estas dos semanas los A-10, pertenecientes a la 442 Ala de Caza de la Reserva de la USAF, con sede en la Air Force Base (AFB) de Whiteman, en Misuri, han entrenado combate aire-aire disimilar contra los F-18 del Ala 15 del Ejército del Aire y del Espacio, basados también en Zaragoza. Esta oportunidad, muy poco frecuente, de ejercitar tácticas de combate entre aviones tan diferentes, permite a los pilotos extraer valiosas lecciones.

Pero su despliegue en Zaragoza no tendría sentido si olvidamos otra instalación de nuestra fuerza aérea muy próxima a la base y que le otorga unas posibilidades únicas en Europa. Nos referimos al Polígono de Tiro de Bardenas Reales de Navarra. Situado a unos 80 Km de Zaragoza, el polígono permite realizar tiro aire-tierra, tanto real como simulado. Hasta allí han desplegado equipos de controladores aéreos de combate, los conocidos como Join Terminal Attack Controller del US Army y del Escuadrón de Zapadores Paracaidistas (EZAPAC) de nuestro Ejército del Aire y del Espacio.

Su misión es dirigir mediante enlace radio el ataque de los aviones a los objetivos terrestres, guiándolos con designadores laser. La precisión que consiguen estos equipos también conocidos como Tactical Air Combat Party o Equipos de Combate Aéreo Táctico, es una de las capacidades esenciales para cualquier fuerza aérea moderna.

El salto del charco

En su vuelo desde los Estados Unidos cruzando el Atlántico Norte hasta las islas Azores, a los cinco A-10 que han desplegado en Zaragoza les acompañaron otros tantos aviones que prosiguieron camino hasta Grecia, en donde se han integrado en otro de los escenarios del ejercicio Defender Europe. Un despliegue de capacidades de ataque a tierra en Europa impresionante.

Un avión de leyenda

Los A-10 Hog, aunque fueron inicialmente diseñados para destruir los tanques del Pacto de Varsovia en las llanuras de Europa Central, han combatido en la guerra del Golfo, Bosnia, Kosovo, Afganistán e Irak,  donde siempre han demostrado su enorme capacidad para realizar misiones de apoyo aéreo cercano a las tropas situadas en la línea de contacto con el enemigo, con una precisión y efectividad asombrosas.

A lo largo de estas décadas, han sido modernizados en varias ocasiones, por lo que siguen aportando una capacidad única a la USAF. De hecho, no está clara su fecha de baja en el inventario de la fuerza aérea norteamericana y su sustitución, a finales de esta década, por el F-35 es todavía hipotética.

En resumen, un avión único en su género. Un excelente diseño muy especializado, que ha permitido a la USAF contar con una herramienta de la que carecen todas las demás fuerzas aéreas del mundo.