Si no te encuentras a María Reyes Maroto bailando, te la encuentras haciendo una actuación bochornosa en el debate electoral. La ministra socialista tiene absolutamente abochornado a todo el PSOE, pero especialmente a la delegación de Madrid que ha visto como esta «paracaidista» ha llegado para hundir más las posibilidades de su formación. El debate electoral ha sido lapidario, pero sobretodo ha crispado los ánimos internos empezando por la número tres de las listas, Enma López, quien es jefa de campaña y quien además está desesperada por la «inutilidad política» de la candidata que han impuesto desde Moncloa.
La pregunta que se han hecho la mayoría de los socialistas es «dónde vive» Reyes Maroto. El debate fue bochornoso porque los asesores de la candidata del PSOE no fueron capaces de hacerle entender que estaba en un debate por la candidatura a Madrid y no a otra ciudad. Enma López se ha dedicado a criticar duramente a nivel interno a Reyes Maroto y a la falta de presupuesto que tiene, pero sobretodo sigue la misma línea de todos los socialistas madrileños al dejar claro que la ministra está haciendo un ridículo digno de recordar que hundirá más al PSOE en la capital y que aupará más a Más Madrid.
Reyes Maroto dice que es economista y una gran gestora, pero confunde el
IBI con el IVA. Éste es el nivel del PSOE. 😂 pic.twitter.com/i63svHKFST— Froilán I de España 🇪🇸 (@FroilLannister) May 22, 2023
Enma López es la que más se queja porque considera, según cuentan fuentes del grupo municipal socialista, que es ella quien debería haber sido la candidata del PSOE y no Reyes Maroto. A todo esto hay que añadir la frustración de los «mercedistas» (los que esperaban que fuera Mercedes González, actual directora general de la Guardia Civil, cogiera los mandos del partido), que están viendo con ira y rabia cómo la exministra de Industria y Comercio cómo hunde las pocas expectativas electorales que tenía el PSOE en Madrid. Ahora mismo, la socialista es la mejor aliada de Rita Maestre. Cada vez que abre la boca, le da votos al partido de Manuela Carmena.
La debacle de Reyes Maroto duele más cuando se sabe que las expectativas electorales de José Luis Martínez-Almeida están más ajustadas de lo que le gustaría al propio alcalde. El PSOE ha regalado a Más Madrid un espacio electoral que Reyes Maroto está lejos de recuperar. De hecho, fuentes del partido aseguran que parte de la indignación viene también por el hecho de que Reyes Maroto fue «la opción de descarte» de Ferraz que se tomó porque Moncloa estaba empeñado en teledirigir el nombramiento de la candidata o el candidato de Madrid.
Si creías haberlo visto todo en este esperpento de campaña, aquí tienes a Reyes Maroto entre dos negros brasileños bailando alguna canción de aquel país. La peor generación política de historia. Falta saber si también lo es la ciudadanía.pic.twitter.com/ieekKdspZq
— Capitán Bitcoin (@CapitanBitcoin) May 22, 2023
El PSOE de Madrid lleva tiempo viviendo un auténtico infierno interno porque sienten que Ferraz no deja de romper el partido por sus decisiones. Que Reyes Maroto el pasado debate estuviera completamente desubicada es «lo normal», según las fuentes porque representa exactamente lo que las voces críticas del PSOE-M llevan criticando desde hace años: Moncloa toma decisiones sobre su partido sin tener conocimiento de cómo funciona el grupo. Primero la idea fue Luis García Montero, luego Pilar Llop y definitivamente fue Reyes Maroto. Pero el resultado es exactamente el mismo: gente que no conoce la región y que vienen por designación directa de los pesos pesados del Gobierno.
Fuentes del PSOE de Madrid tienen claro que cuando pasen las elecciones empezará una pequeña revolución interna que tendrá el único objetivo de apartar tanto a Reyes Maroto como a Lobato para tomar el control definitivo del PSOE de Madrid. Desde el grupo, los madrileños aseguran que aprovecharán la debacle electoral del próximo 28 de mayo en las elecciones autonómicas y municipales para dar un golpe encima de la mesa y llamar la atención de lo que es suyo. Pero hasta entonces toca aguantar el bochorno.