La dirección general de Política Forestal y Biodiversidad ha publicado la Resolución de Emergencia Cinegética para la temporada 2023/24, con la que se intenta reducir la alta población de jabalí y cerdo híbrido que hay en Andalucía, y establecer así períodos para que los cazadores colaboren en el control de estas poblaciones.
Como principal novedad, se permiten visores nocturnos o visores térmicos acoplados al arma únicamente para el tipo D de armas de fuego largas rayadas durante la práctica de la modalidad del aguardo nocturno, según una nota de prensa enviada por la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul.
Estas medidas excepcionales, que habían sido solicitadas por la Federación Andaluza de Caza, facilitarán la identificación de los ejemplares, la eficacia en el disparo y la seguridad de las personas.
Esta resolución, ya publicada en el BOJA, declara el área de emergencia cinegética temporal en los terrenos cinegéticos y no cinegéticos de Andalucía por daños, riesgos sanitarios, ambientales, ganaderos, agrícolas, y también sobre la seguridad de las personas. Igualmente, establece las medidas oportunas para el control de las poblaciones de cerdo asilvestrado a través de distintas modalidades y procedimientos de captura.
Esta dirección general, dependiente de la consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, también autoriza de forma excepcional debido a la sequía el aporte, puntual y concentrado en un solo punto, y a una distancia de entre 40 y 75 metros del puesto, de una pequeña cantidad de alimento vegetal o pienso y con una antelación máxima de tres días a la celebración del aguardo.
Por el contrario, no se autoriza el aporte de alimentos cárnicos ni la distribución o diseminación de alimentos por lugares distantes del puesto.
El Gobierno andaluz, consciente de la problemática existente con el aumento de las poblaciones de jabalí y cerdos híbridos viene trabajando desde hace años en varias provincias andaluzas para evitar en la medida de lo posible los riesgos sanitarios y el deterioro de los ecosistemas, la ganadería, la agricultura y también en el propio medio urbano.
La alta densidad de población de estos animales, su ecología alimenticia, el comportamiento gregario que suelen presentar y su alta capacidad de desplazamiento los convierten en el principal depredador de nuestros montes.
Por lo tanto, todas las actuaciones propuestas en esta resolución están encaminadas a controlar la población de jabalí y la erradicación de una población genéticamente alterada, como es el caso el caso de la especia exótica invasora denomina cerdo vietnamita o sus híbridos. Esta especie, que se encuentra en libertad en el medio natural, constituye un serio peligro para el ecosistema, la ganadería y las personas.
Los cazadores, por su parte, tendrán la obligación de comunicar a la administración los ejemplares abatidos en los distintos periodos de la temporada para poder analizar la efectividad de las medidas adoptadas en esta resolución.
Esta resolución estará vigente hasta la finalización de la temporada de caza 2023/24 aunque podrá quedar suspendida en el momento en que se constate que han desaparecido las causas que motivaron su declaración.