El PP se prepara para tener dos vicepresidencias: Cuca Gamarra y Santiago Abascal

No está todo el pescado vendido y las últimas encuesta dejan ver que es bastante más probable que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se quede en la Moncloa a que Alberto Núñez Feijoo gane los votos suficientes como para desalojar al líder socialista de su actual residencia. Aún así, desde Génova ya hacen planes y reparten puestos para que no les pille el toro en caso de que tras las elecciones todo tome forma. Agosto será un mes intenso, pero los planes del PP están ya prácticamente cerrados. La idea es que haya dos vicepresidencias. Una está decidida desde hace tiempo: Cuca Gamarra. Y la otra viene obligada por parte de Vox, pues desde el partido de Santiago Abascal ya han advertido de que no darán su apoyo gratis. Los escenarios ya están preparados y Feijoo está listo para tener más de una vicepresidencia.

La idea inicial y con la que trabaja el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijoo, es la de que le dejen gobernar en solitario. La segunda, que directamente den su apoyo a cambio de un acuerdo programático en asuntos fundamentalmente económicos. Y la tercera, que es la única que contemplan desde Vox, es que el Gobierno de Feijoo ceda ministerios y una vicepresidencia a los de Santiago Abascal en función de cómo queden los resultados electorales tras las elecciones del 23 de julio.

En Génova ya han hecho sus cálculos y tienen claro cómo sería la composición del Ejecutivo si dan los números entre el PP y Vox. Es evidente que necesitan los 176 diputados para poder seguir adelante con sus planes, pero lo cierto es que la composición del Gobierno está completamente hablada, al menos en cuanto a los altos cargos se refiere. La idea de Feijoo es la de colocar a Cuca Gamarra como vicepresidenta emulando ese Gobierno de Mariano Rajoy que contaba con otra vicepresidenta con carácter. Sin embargo, además de ser conscientes de que Abascal pedirá sillones para dar su apoyo, también cuentan con el hecho de que es preferible dar una vicepresidencia a los de Santiago Abascal antes que un ministerio de Estado, la joya de la corona que quiere conservar el PP a toda costa. El Partido Popular ya ha repartido sobretodo estas carteras y no quiere ni oír hablar a Vox en estos puntos.

La idea que tiene Feijoo es la de gobernar en solitario llegando a pactos puntuales con Vox, pero el rencor de los de Santiago Abascal puede pesar mucho a lo largo de la legislatura si el PP da el portazo a Vox a la hora de entrar en el Gobierno. Sin embargo, desde Génova tienen claro que lo van a intentar a toda costa presionando hasta el final, como en Extremadura. Los de Abascal juegan su partido y pedirán sillones. Pero si el PP se niega a la vicepresidencia pedirán un ministerio de Estado, ya sea Justicia, Interior, Exteriores o Defensa. Y Vox tiene claro que de todos ellos uno de sus fetiche es Interior.

Desde el entorno de Feijoo cuentan que el equipo cercano del presidente sopesa todos los escenarios. Cuca Gamarra será vicepresidenta a falta de alguna sopresa. Y aunque Abascal tenga otra, lo cierto es que el objetivo principal es el de evitar que se queden con un ministerio de Estado. Lo mismo pasó con Unidas Podemos y el PSOE, pues la parte más cruenta de sus negociaciones fue en la que Pablo Iglesias se empeñó en que necesitaba gestionar el Ministerio de Trabajo ante la negativa de Sánchez mientras que el PSOE no tuvo problemas en ceder una vicepresidencia. Ahora el PP juega con las mismas cartas, solo que hay una pequeña diferencia: las encuestas no le ayudan en nada.