La policía también vota y el Partido Popular lo sabe. Por eso, la representante de Interior del PP y diputada en el Congreso, Ana Belén Vázquez, ha recogido el mando de las promesas electorales dirigidas a los colectivos policiales y ha prometido a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado lo que ya les ofreció Juan Ignacio Zoido cuando fue ministro de Interior en el Ejecutivo de Mariano Rajoy. En su momento, el representante popular, por mucho que prometiera una mejora de condiciones, no las terminó de llevar a cabo. Ahora que faltan menos de veinte días para las elecciones generales, el Partido Popular ha desempolvado sus antiguas motivaciones para conquistar el voto de quien se dedica a trabajar por la seguridad nacional.
La equiparación salarial de Policía y Guardia Civil con los de las policías autonómicas es una promesa que ya hizo Mariano Rajoy en 2009 delante de las cámaras de televisión y que nunca llegó a cumplir. Desde entonces, las peticiones de los cuerpos nacionales han sido sorteadas por los Gobiernos del PSOE y del PP mientras que la brecha de sus sueldos con los de los Mossos d’Esquadra y la Ertzainza se ampliaba y las plantillas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se mermaban, según relató el diputado de Ciudadanos Miguel Á. Gutiérrez en 2018. En la actualidad, el PP nacional ha querido aprovechar las seguidas ausencias de atención del actual Gobierno del PSOE para volver a prometer la equiparación salarial.
Así lo ha declarado la portavoz del PP Ana Belén Vázquez en Palencia, quien en su ruta de precampaña ha defendido su postura frente a la del partido socialista y ha hecho tres promesas: aumento de los agentes en el medio rural; completar la equiparación salarial de la Policía Nacional y Guardia Civil con las policías autonómicas que ya inició Mariano Rajoy; o garantizar el principio de autoridad de los agentes. Además, Vázquez, en un intento de aparentar por la lucha de los cuerpos policiales, ha asegurado que «la seguridad es una de las mayores garantías de libertad” y que, por ello, paralizaron en el Parlamento la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana.
«Marcarse un Zoido» o como los agentes demuestran que no creen más en las promesas políticas
A pesar de que Ana Vázquez se haya reunido con los representantes de los cuerpos de seguridad, la Asociación Profesional de la Guardia Civil no solo siguen reclamando la ejecución de las promesas, sino que solicitan que se «lleve a cabo por Ley». Por su parte, la Jusapol, una asociación española formada por agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil, ha asegurado que «vigilará que el anuncio del PP de la equiparación salarial no se quede en promesa electoral». A su vez, otros usuarios también agentes han mostrado su descontento con las palabras de Vázquez y lo valoran como «marcarse un Zoido», por la falta de creencia en su ejecución.
Por otro lado, el Sindicato Independiente de policías de Navarra, SIPNA, también se ha posicionado ante las declaraciones de la diputada popular y ha recordado que Ana Vázquez «llevó al Congreso la Proposición no de Ley (PNL) de declarar a la policía local profesión de riesgo» y que «salió en la foto y luego pasaron tres años y no se ratificó». Para concluir su valoración, SIPNA añade un aviso: «no caigáis en la trampa de lo que prometen los políticos en oposición».
Una equiparación que no llegó con Zoido ni con Marlaska
La situación laboral de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ha sido relatada en Moncloa.com en diferentes ocasiones. Los agentes de Interior tampoco han encontrado una solución a sus demandas con el cambio de Gobierno y, en repetidas ocasiones, han manifestado un «abandono» por parte de las instituciones gubernamentales lideradas por el PSOE. Aunque Grande-Marlaska, el actual ministro de Interior en funciones, haya aceptado de manera parcial la ampliación de las dietas de alojamiento, es una cuestión que los agentes consideran «insuficiente» ya que ha permitido esta ampliación será solo para el tiempo que dure la Presidencia del Consejo Europeo.
Más allá de este movimientos, los uniformados de la Policía Nacional y de la Guardia Civil siguen reclamando que las condiciones laborales de las policías autonómicas son superiores a las que tienen ellos como cuerpos nacionales. Su «abandono» ha supuesto que la precariedad se haya arraigado en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, un trabajo que ya hay muchos profesionales que no quieren realizar por la falta de garantías que les ofrece el Ejecutivo, independientemente del partido que gobierne.