Arzobispo muestra su «dolor personal» por el caso de Almendralejo y aboga por la «formación integral» de los menores

El arzobispo de Mérida-Badajoz, Celso Morga, ha mostrado su «dolor personal» por el caso de la difusión de fotos de niñas manipuladas con Inteligencia Artificial en la localidad pacense de Almendralejo, ante lo que ha abogado por «seguir trabajando en la formación integral de los niños y jóvenes» en las catequesis.

Celso Morga destaca que sigue «con preocupación y dolor» estos acontecimientos ocurridos en el marco de la Archidiócesis de Mérida-Badajoz, por lo que ha mostrado su «dolor personal» en primer lugar por las chicas «a las que se ha ofendido de forma tan grave», así como a sus padres, y en segundo lugar, «por los menores responsables de los hechos y sus progenitores».

El arzobispo de Mérida-Badajoz ha lamentado, en un artículo publicado en ‘Iglesia en camino’ y que en la actualidad «la tecnología ha creado una realidad paralela que muchos no diferencian de la verdadera realidad», tras lo que ha apuntado que «hay cosas, que aun viéndolas, son falsas, como las imágenes difamatorias que se han difundido» de estas menores de Almendralejo.

En ese ese sentido, recuerda que el Catecismo de la Iglesia Católica establece que «la ciencia y la técnica están ordenadas al hombre que les ha dado origen y crecimiento», y por lo tanto tienen «en la persona y en sus valores morales el sentido de su finalidad y la conciencia de sus límites», señala.

Así, Celso Morga se pregunta «¿qué podemos hacer?» ante esta caso, ante lo que apunta que «como Iglesia, seguir trabajando en la formación integral de los niños y jóvenes en nuestras catequesis», con el objetivo de hacer de todos ellos «buenos cristianos y honrados ciudadanos».

«No podremos construir un mundo mejor si, en ese mundo, Dios está ausente», destaca el arzobispo de Mérida-Badajoz, que apunta que «en esta enseñanza tienen un especial papel los padres y las familias cristianas», y que «gana posibilidades de éxito con el ejemplo de vida, que se transmite como una segunda piel a los hijos»

Finalmente, Celso Morga añade que «junto a todo ello hay también una responsabilidad social», de tal forma que «la sociedad es un tejido de relaciones que funciona bien si el tejido es de calidad y se entrelaza con maestría», pero concluye lamentando que «frecuentemente vemos cómo la publicidad, los mensajes directos o subliminales en los medios de comunicación o nuestras propias conversaciones desprecian todo aquello bueno que, cuando no está, produce escándalo y mucho dolor», ha concluido.