La F-1 acelera su salida de Cataluña con destino a Madrid. La presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, mostró su satisfacción al albergar el Gran Premio en 2026, cuya celebración cerrará la puerta a Montmeló para correr por el circuito semiabierto entre los pabellones de Ifema y la zona de Valdebebas.
La competición más prestigiosa de las cuatro ruedas se encuentra en un momento dulce, con dos españoles peleando por el podio en cada carrera y con las escuderías afinando cada vez más la aerodinámica para batir récords de velocidad en los circuitos. El salto de Cataluña a Madrid se debe principalmente al modelo deficitario de Montmeló, donde la Generalitat, Diputación y Ayuntamiento de Barcelona deben aportar más de diez millones de euros anuales solo para la celebración para obtener pérdidas pese al impacto de 400 millones de euros que deja el evento durante sus tres jornadas consecutivas.
Por este motivo, y no otro, Madrid podrá contar con el respaldo de la F-1, pero sin aportar ni un euro de entrada para el evento. El Gobierno de Ayuso y el Ayuntamiento de Madrid serán los grandes beneficiados al romper con el modelo tradicional de Montmeló y su circuito cerrado a 30 km de Barcelona. En Cataluña, la carrera está diseñada para un público de alto poder adquisitivo debido a la necesidad de acudir con el propio vehículo y soportar después largas colas para aparcar, que pueden llegar a ser de varias horas.
EL RACE SIEMBRA DUDAS Y CRITICA LA F-1 EN IFEMA
No obstante, pese a que a la Comunidad Autónoma de Madrid no le costaría ni un euro, hay quien se ha mostrado completamente en contra de celebrar el Gran Premio en la capital. Según apuntan fuentes del Partido Popular, tanto el Circuito del Jarama como el RACE, el Real Automóvil Club de España, se han opuesto al acuerdo.
El problema de Madrid se llama Carmelo Sanz Barros, presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) y también del RACE. «Creo que hay un proceso para establecer un gran premio y no pienso que se haya seguido en este caso», ha afirmado un escéptico Sanz Barros.
Creo que hay un proceso para establecer un gran premio y no pienso que se haya seguido en este caso
De esta forma, el RACE se convierte en juez y parte, una situación que entra de lleno en un más que evidente conflicto de interés. Por un lado, su posición y opinión pondría en el alero la posibilidad de Madrid, pero lejos de admitir que la inversión en un circuito semiurbano es mejor que la alternativa del Jarama, de Barro se dedica a sembrar la duda para su propio interés.
En este sentido, ha asegurado que «nadie» de la FIA ha trabajado en el proyecto, y es este ente privado el que decide la aprobación y homologación. «Hay una dura batalla para ser incluido en el calendario», ha advertido.
¿Diría lo mismo el presidente del RACE y de la FIA si la opción de la F-1 hubiera sido el Jarama?
¿Diría lo mismo si la opción hubiera sido el Jarama? Y es que, el Jarama no ha logrado ni siquiera el acuerdo al que ha alcanzado el grupo de inversores privados con Liberty Media. De hecho, los menosprecio al asegurar que «se ha empezado la casa por el tejado». Sería difícil, por no decir imposible, llegar a este acuerdo sin presentar el proyecto y más temerario realizar las obras y preparar el trazado sin haber alcanzado antes el sí de Liberty Media.
LA FIA Y EL RACE HABLAN DE DOS PROYECTOS MÁS, PERO NINGUNO TIENE ACUERDO CON LIBERTY
De esta forma, las declaraciones de Sanz de Barros suenan más a desesperación que velar por los intereses de la F-1. El propio dirigente del Jarama, del RACE y de la FIA asegura que hay «dos proyectos para llevar la F1 a Madrid». Ninguno de estos dos planteamientos han llegado a acuerdo alguno con el dueño de la F-1.
La pataleta del directivo se debe a que se ha quedado fuera del proyecto y, por tanto, de su parte del pastel, pero lejos de aceptar la derrota, como pasaría en cualquier concurso público que se precie, busca la polémica. LA FIA no puede homologar un circuito que no ha visto, pero si éste cumple con las especificaciones, escapatorias y demás exigencias, como ocurre con Montmeló, la FIA tendría que aceptarlo.
EL MENSAJE VERGONZOSO DEL PRESIDENTE DEL RACE Y LA FIA
El rechazo a la desesperada del RACE y del Jarama es un acto «poco patriótico» y «vergonzoso», ahondan las fuentes ‘populares’. Ambas entidades tratan de «reventar» el acuerdo de la Comunidad de Madrid con el GP F-1 porque se han quedado fuera del acuerdo. «Su egoísmo solo les hundirá», lamentan las fuentes.
Que Madrid siempre ha querido celebrar un Gran Premio de la F-1 en su territorio no es ni mucho menos nuevo, pero desde hace más de un año había conversaciones intensas para lograrlo. «Estoy convencida de que será todo un éxito un Gran Premio de Madrid», destacó Ayuso.
La idea de celebrarlo en el recinto de Ifema fue prácticamente descartada porque había que incluir a la Comunidad de Madrid en un inicio. No obstante, la otra opción era aún mucho peor al exigir una reforma íntegra del Circuito del Jarama, relegado a premios de menor relevancia que la F-1.
La Comunidad de Madrid, no obstante, no descartó esa segunda opción. Pero los costes y el mantenimiento eran gastos prácticamente inasumibles para los madrileños, más tras comprobarse el fracaso estrepitoso de las cifras del Circuito de Montmeló. Según desveló el prestigioso medio Motor16, el coste total de obras, trazado y mantenimiento rondaba los 100 millones de euros para poder iniciar la candidatura.
La entrada era excesivamente alta para el Gobierno de Ayuso y la inversión se aparcó por completo. El proyecto en el Jarama contaba con el apoyo del Gobierno de Pedro Sánchez, a condición de que Cataluña no perdiera su estatus en el Mundial de F-1. No obstante, el Ayuntamiento de Barcelona (PSC) ya ha puesto pegas a continuar el despilfarro del deficitario Circuito de Montmeló, cuya titularidad es pública.
MONTMELÓ, UN REGUERO DE PÉRDIDAS, COMO SERÍA EL JARAMA
Y es que, el Jarama está diseñado para los coches antiguos, cuyo tamaño es significativamente más pequeño que las actuales berlinas. Además, la tendencia en la F-1 apunta a circuitos urbanos, cuyo coste de mantenimiento se dispara. No obstante, este tipo de diseños es mejor a la hora de poder monetizarlo y recuperar la inversión.
La prestigiosa revista comparó la opción del Jarama con el circuito neerlandés de Zandvoort, el escogido para el Gran Premio de los Países Bajos. Se trata de un trazado antiguo que se ha readaptado a los estándares actuales, pero tampoco hay opción a un circuito urbano por las calles de Ámsterdam, Róterdam o Eindhoven.
Adaptar el Jarama costaría a Madrid entre 50 y 70 millones de euros. Para ello, habría que ensanchar la pista, alargarla y preparar buenas escapatorias, así como levantar las gradas, modernizar las instalaciones y realizar cambios en los boxes. Para ello, los vecinos también tendrían que tener voz y voto, una de las principales barreras históricas ante la cercanía de los vecinos que viven junto a la pista.
A todo ello, hay que sumar el mantenimiento anual, el canon a la organización de la F-1 y la remodelación. Para ello, hay que abonar una cantidad cercana a los 22 millones a Liberty Media al año para poder abrir las puertas de la F-1.
EL OCASO DEL JARAMA Y UN CONFLICTO DE INTERÉS EN LA FIA
La F-1 no rueda el Jarama desde hace más de 40 años,y con el contrato de Montmeló a punto de expirar, la única opción factible es Madrid, pero la remodelación del Jarama no estaría lista hasta 2027 y la entrada del circuito provocaría una aglomeración en el calendario. Así las cosas, la única forma de encajar el puzle es sustituir Montmeló por Ifema.
Para 2027, Fernando Alonso tendría ya 46 años. El asturiano vive una segunda juventud a los mandos de su Aston Martin, pero en cuatro años es difícil pensar en el futuro. Carlos Sáinz, por su parte, tendrá para entonces 33, una edad idónea para conducir, pero su contrato con Ferrari expira en 2024.
Tanto la escudería del ‘cavallino rampante‘ como el hijo del fuera de serie están acercando posturas para alcanzar un acuerdo y mantener su unión en la pista, pero carecen del fervor de la gente que sí tiene Alonso.
Con todo, Jarama y RACE ven morir sus opciones ante una inversión privada que pondría a Madrid en el escaparate mundial. Eso sí, aún habría que cerrar los flecos en Ifema.
