Kazajstán, 32 años de la independencia con un gran futuro por delante

Kazajstán rompió con la URSS el 25 de octubre de 1990, pero no fue hasta el 16 de diciembre de 1991 cuando se hizo efectiva la ley constitucional de independencia. El Consejo Supremo promulgó la ley sobre independencia y soberanía estatal, garantizando el reconocimiento legal como Estado democrático independiente, una norma que dio facultades para determinar y aplicar de forma autónoma sus políticas de Interior y Exterior, que ha marcado las base del presente y futuro del país desde entonces.

La declaración de independencia marcó el inicio de una nueva era para Kazajstán, con el desarrollo y su papel en el mundo como ejes centrales. De esta forma, el país gobernado ahora por Kasim-Yomart Tokáyev, quien revalidó su mandato hace un año, pone rumbo ahora para asentar los cimientos de la democracia con reformas de calado y la abolición de la pena de muerte, así como un desarrollo tecnológico y avances en sus contactos con la UE, sin abandonar a sus vecinos de Rusia y China.

Bajo estas premisas, Kazajstán ofrece la oportunidad de construir un Estado con una autonomía propia, aumentar el crecimiento económico, cultural y afianzar una política exterior independiente, al margen de Rusia y China, pero no dejan de ser dos de sus grandes partes del comercio. Así, se ha creado su propio Parlamento, dado una mayor independencia a los alcaldes y gobernadores civiles, un sistema judicial más propio de Occidente, tropas fronterizas y una seguridad jurídica en los negocios jamás vista en la zona de Asia Central.

LA INDEPENDENCIA DE KAZAJSTÁN, CLAVE EN SU DESARROLLO

Este mismo día de la independencia también sirve de recordatorio para recordar la protesta juvenil de Almaty en diciembre de 1986. En esta fecha, los jóvenes kazajos iniciaron una protesta contra las políticas de la URSS, que fueron recibidas con la habitual represión en plena guerra fría. Asimismo, también se conmemora a aquellos que defendieron la soberanía de Kazajstán y su libertad.

Tras su independencia, Turquía fue el primer país en aceptarla, poco después la propia Rusia, Rusia, Irán, Suiza, Estados Unidos, Brasil, Hungría, Australia y Japón reconocieron a la República kazaja como un país soberano.

Para desvincularse y romper las ataduras del pasado, Kazajstán ha logrado significativos avances para implementar la democracia y salvaguardar los derechos humanos, un hecho inédito en Asia Central, donde predomina la falta de libertades individuales de las personas.

Con esta transformación, Kazajstán se ha convertido en el corazón de Asia Central y también en un país respetado a nivel mundial. El secreto de Tokáyev reside en no iniciar guerra alguna con ningún otro país, respetando las decisiones externas y haciendo una labor dialogante y activa.

EL RESPETO GANADO A UNO Y OTRO LADO DE EUROPA

El objetivo es establecerse como un árbitro a nivel mundial, con relaciones multivectoriales, buscando el equilibrio con una exquisita diplomacia y mantener relaciones amistosas con las principales potencias mundiales, incluso cuando algunas de ellas no podrían sentarse en la misma mesa. Así, por ejemplo, las relaciones con Rusia y China no tienen nada que envidiar a las de EE UU o la UE. Todo con el fin de lograr sólidas y estrachas colaboraciones con los principales actores mundiales.

Vista nocturna de Astaná, capital de kazajstán
Vista nocturna de Astaná, capital de kazajstán

Para mostrar este giro hacia la democracia, Kazajstán renunció al armamento destructivo nuclear, designándose como una nación libre de armas nucleares, aunque sin olvidar las pruebas de la URSS en el norte del país, en el polígono de Semipalatinsk, que sufrió hasta 450 ensayos nucleares durante 40 años.

Kazajstán renunció a las armas nucleares, designándose como una nación libre de armas nucleares

Los ejes de esta estrategia de Tokáyev se centran en el liderazgo, la estabilidad y el progreso en todas y cada una de las disciplinas para mantener el desarrollo, no sólo de Astana y Almaty, las dos ciudades más importantes, sino también el resto de urbes. Fruto de ello, Astaná se desarrolla como una de las principales ciudades de la región, hasta recibir el sobrenombre de la Dubai del corazón de Asia. Eso sí, los pasos dados apuntan a nuevas décadas de crecimiento sostenido.

KAZAJSTÁN, UN EJEMPLO DE TRANSFORMACIÓN DIGITAL

Kazajstán, conocida por tener en el subsuelo todos los elementos de la tabla periódica, ha mantenido una férrea apuesta por la digitalización, hasta el punto de alcanzar el top ten en cuanto a la calidad de servicios en línea, con una administración pública muy desarrollada al centrarse en la calidad antes que en la cantidad. De esta forma, los ciudadanos tendrían toda su información en una misma tarjeta, algo que aventajaría a Occidente, donde se necesitan al menos cuatro documentos distintos básicos para mostrar ante los distintos organismos públicos -seguridad social, DNI, Carnet de conducir y tarjeta sanitaria-.

Astaná apuesta por un único documento para englobarlo todo y para ello es necesario una tecnología e infraestructura para soportar la gran cantidad de datos. De hecho, la vía más utilizada para contactar con la administración en Kazajstán es la telemática a través de aplicaciones, sin tener que identificarse constantemente, como las pesadas aplicaciones del Estado en Occidente, especialmente con la Agencia Tributaria o la Seguridad Social.

Esta fórmula más cómoda permite un contacto más rápido y menos invasivo que en Occidente, donde las pautas a seguir requieren de numerosos procedimientos a la hora de poder contactar telemáticamente con la administración, como pedir cita para obtener el certificado electrónico, validar y activar la firma del DNI, tener un lector compatible, ordenador y una conexión a Internet. Todo ello se suprime en Kazajstán con una simple aplicación a través del móvil y en los tiempos que corren todos los usuarios pueden descargarla y utilizarla sin problema.

La República pone así al ciudadano en el centro, en vez de la administración. Todo kazajo puede realizar el registro, cambio de domicilio, compraventa de propiedades o cualquier necesidad de contactar con el sector público a través de una única aplicación. En España, por ejemplo, realizar cada una de estas gestiones conlleva días e incluso meses, trasiego de papeles y pérdidas de tiempo innecesarias.

KAZAJSTÁN, EL IMÁN PARA ATRAER INVERSIÓN

Para ello, se han calculado todos los problemas que pueden surgir a un ciudadano y se han añadido las soluciones para atender los diferentes casos. De esta forma, la transformación digital está disponible para el 90% del sector público, un porcentaje que se cubre con formación académica y escogiendo a los mejores profesionales. Para ello, Kazajstán ha apostado por formar a funcionarios en Ciencias de la Tecnología, con la aspiración de llegar a las 100.000 personas.

Además, también se especializa en inteligencia artificial y robótica con jóvenes científicos centrados en programar aplicaciones y algoritmos, así como entrenar robots. Todo ello, para crear una simbiosis perfecta entre el capital humano y la máquina. Por otro lado, Kazajstán también ha apostado por la tecnología blockchain y la minería digital, siendo uno de los mayores referentes a nivel mundial, especialmente en bitcoin, siendo el segundo mayor actor a nivel mundial.

Todo ello, atrae a la inversión extranjera directa, con más de 325.000 millones desde su existencia como país independiente, pero el objetivo es elevar esta cantidad en la próxima década, aumentando así la riqueza, que ha multiplicado por nueve en estos 32 años.