El papel de los dueños frente a sus canes, emociones más allá de las necesidades físicas, cómo la palabra correctamente seleccionadas trascienden los premios tangibles. Estos aspectos cobran especial interés cuando se trata de entender la relación entre los seres humanos y sus perros; es un vínculo donde la comunicación juega un papel primordial.
Los perros no solo buscan alimento o entretenimiento, también quieren sentirse parte de un «pack», de una familia. Esto nos conduce a indagar en los códigos comunicacionales entre especies y a la revelación sorprendente de que ciertas palabras pueden tener un impacto emocional mayor en nuestros amigos de cuatro patas que la comida o los juguetes.
1LA CONEXIÓN EMOCIONAL: MÁS QUE UNA SIMPLE ORDEN
A lo largo de los años, la ciencia ha demostrado que los perros son capaces de interpretar gran parte de nuestro lenguaje y emociones. Y es que, cada detalle cuenta, desde el tono de voz hasta la inflexión emocional que las impregna. Sorprendentemente, estudios recientes indican que los perros valoran las palabras de afecto incluso más que un sabroso bocado. Una palabra puede ser el catalizador para desatar una explosión de alegría en nuestros amigos peludos, mostrando que el reconocimiento y el aprecio sobrepasan la barrera de las especies.
Ese lazo invisible que une a dueños y mascotas se fortalece con el uso consciente del lenguaje. La comunicación efectiva, esencial en cualquier relación, también aplica al mundo canino. Al decir «bien hecho» o «te quiero», no solo estamos transfiriendo un mensaje, sino que estamos dando soporte emocional a nuestros perros, lo que puede ser más gratificante que cualquier juguete nuevo o golosina.