Preparar magdalenas es una tarea que siempre trae alegría a la cocina. Con esta receta del canal de Food And Glory, lograrás magdalenas caseras igualitas a las de la abuela con un delicioso copete, usando aceite de oliva o girasol para un toque extra especial. Este delicioso manjar requiere una combinación cuidadosa de ingredientes simples pero esenciales.
Necesitarás 190 gramos de harina de trigo para todo uso (equivalente a aproximadamente 1 ⅓ taza), 120 gramos de azúcar (aproximadamente ½ taza), 3 huevos de tamaño medio, 60 mililitros de zumo de naranja (alrededor de ¼ de taza), 125 gramos de aceite de girasol u oliva suave (aproximadamente ½ taza más 1 cucharada), la ralladura de una naranja, una pizca de sal y 8 gramos de levadura química o polvo de hornear (alrededor de ½ cucharada).
Preparación de las magdalenas
Para hacer estas magdalenas comienza la preparación batiendo el azúcar con los huevos a temperatura ambiente hasta que logren una textura suave y esponjosa, doblando su volumen en el proceso. Luego, agrega la ralladura de naranja para un toque cítrico refrescante y vierte lentamente el zumo de naranja mientras continúas batiendo. Incorpora suavemente el aceite elegido hasta obtener una mezcla homogénea y sedosa. Ahora es momento de incorporar la harina, la sal y el polvo de hornear.
Añade estos ingredientes poco a poco, tamizándolos para asegurarte de que se integren perfectamente en la masa sin grumos. Es crucial no batir en exceso en esta etapa para evitar la pérdida de aire que hemos incorporado previamente. Utiliza una espátula para repasar las paredes y el fondo del bol, garantizando que todos los ingredientes estén completamente integrados. Una vez que la masa esté lista, distribúyela en los moldes para magdalenas, llenándolos aproximadamente hasta tres cuartas partes de su capacidad.
Hornear durante 15 minutos
Cubre los moldes y refrigera la masa durante 30-40 minutos, mientras precalientas el horno a 220 ºC (420 ºF). Justo antes de hornear, espolvorea un poco de azúcar sobre cada magdalena para obtener ese característico toque dulce y crujiente en la parte superior. Lleva las magdalenas al horno precalentado y, una vez dentro, reduce la temperatura a 200 ºC (390 ºF). Hornéalas durante unos 15 minutos, hasta que estén doradas y esponjosas.
Una vez listas, retira las magdalenas del horno y déjalas enfriar sobre una rejilla para que mantengan su textura esponjosa. Además, puedes añadir un toque de sabor único utilizando ralladura de limón, canela o esencia de vainilla para aromatizarlas. Estas delicias caseras son perfectas para disfrutar en cualquier momento del día, ya sea en el desayuno, la merienda o como postre. Conserva las magdalenas en un recipiente hermético o en una bolsa de plástico cerrada para garantizar su frescura.
