Es una fruta deliciosa y con grandes aportes nutricionales para el organismo, la grosella negra se ha convertido en uno de los superalimentos favoritos para incluir en dietas saludables, esto se debe a que, además de aportar vitaminas y minerales, es un excelente aliado para incluir en planes de pérdida de peso sin poner en riesgo la salud.
Aunque bajar de peso puede resultar un reto para muchas personas, uno de los trucos más efectivos es incluir alimentos que puedan disfrutarse y que produzcan saciedad para evitar así la ingesta excesiva de calorías. Para lograr esto, la grosella negra es una excelente aliada, además de aportar diversos nutrientes que colaboran para mantener los niveles químicos del organismo en total equilibrio.
¿Por qué comer grosella negra?
Esta fruta proveniente de Europa y Asia contiene un 7% de fibra lo que no solo ayuda con la saciedad, sino que mejora la sensibilidad a la insulina, lo cual es igual a un mejor metabolismo y, por ende, más posibilidades de reducir los índices de grasa acumulados en el cuerpo. A su vez, la grosella ayuda a que la pérdida de peso sea saludable, pues aporta una gran cantidad de vitamina C, que es indispensable para metabolizar las proteínas, formar colágeno y fortalecer el sistema inmunológico.
Estas características convierten a este alimento en un excelente remedio contra el envejecimiento, pues sus niveles de antioxidantes contribuyen en combatir a los radicales libres responsables de la aparición de signos de la edad como manchas o arrugas. Por otro lado, la alta concentración de esta vitamina también es considerada como un antidepresivo natural, ya que ayuda a mejorar los procesos cognitivos, reducir el estrés y calmar la fatiga mental.
¿Cómo consumir grosella negra?
Al igual que la mayoría de las frutas, la grosella se puede comer entera, preparada en zumo o mezclada en jugos con otras frutas, en jaleas, mermeladas, jarabes y diversos postres. De esta manera, se trata de un alimento con una gran versatilidad para incluir en deliciosas preparaciones.
En cuanto a la cantidad que podemos consumir, la recomendación es un puñado de estas frutas por día y, aunque no existen dosis exactas y se trata de un alimento con bajos índices de azúcar, la mejor opción es no consumir cantidades excesivas. El consumo puede ser constante dentro de un plan de alimentación sano, pero una buena idea es alternar esta fruta con otras que también tengan valores nutricionales buenos para el cuerpo.
