La salida de la pandemia ha marcado un período de «primavera económica» en España, según las palabras del presidente del Consejo Económico y Social (CES), Antón Costas. Tras los pronósticos de recesión, la economía española ha mantenido un nivel elevado de crecimiento, adquiriendo una inercia que se ha extendido desde la crisis sanitaria.
Este crecimiento continuado es lo que Costas ha definido como la «primavera económica» del país, que también se refleja en el ámbito del empleo. Sin embargo, el presidente del CES advierte que esta «primavera» no está «calentando a todos» por igual, pues se ha producido un aumento de la pobreza, especialmente la pobreza infantil.
La Vivienda como Obstáculo al Crecimiento
Además de la preocupante evolución de la pobreza, Costas señala que la vivienda puede convertirse en un problema que «estrangule» el crecimiento económico a medio y largo plazo. Los altos precios de la vivienda están impidiendo la movilidad laboral y restando capacidad de compra a una parte importante de la sociedad española.
Un Cambio en la Estructura Económica
A pesar de estas advertencias, Costas también ha destacado que se está produciendo un cambio en la forma en la que evoluciona la economía española. Mientras que antes tenía un comportamiento «maníaco-depresivo«, con fuertes caídas y posteriores repuntes, la crisis del coronavirus ha marcado una diferencia.
La fase de caída fue breve y no generó una destrucción elevada de empleo ni del tejido empresarial. Además, la fase de crecimiento actual no viene acompañada de desequilibrios macroeconómicos, sino que se produce con superávits en las balanzas de pagos, a excepción de la balanza energética.
Según Costas, este comportamiento es algo que «muy pocas economías desarrolladas» están manifestando, lo que le lleva a concluir que «algo está cambiando en la estructura y en el comportamiento de la economía española«.






