La crisis diplomática entre España y Marruecos en torno a la situación de los activistas saharauis que reclaman asilo en nuestro país ha puesto de manifiesto las tensiones políticas dentro del Gobierno de coalición. El secretario de Organización de Podemos, Pablo Fernández, ha criticado duramente la actuación del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, a quien acusa de adoptar medidas similares a las que tomaría el líder de Vox, Santiago Abascal, si estuviera en el Gobierno.
Fernández señala que las «políticas que perpetra el señor Marlaska como ministro del Interior son exactamente las mismas que podría llevar a cabo Abascal u Ortega Smith». Esto incluye, según el dirigente de Podemos, la «masacre de Melilla y otras muchas actuaciones que consideramos que son impropias de un Gobierno que se dice progresista. En este sentido, Fernández exige al Ejecutivo que «respete los derechos humanos» de los activistas saharauis y que deje de «comportarse como un siervo al servicio y a las órdenes» de la dictadura marroquí.
La Secretaría de Estado de Seguridad Restringe el Acceso a la Sala de Solicitantes de Asilo
Uno de los principales puntos de conflicto ha sido el criterio marcado por la Secretaría de Estado de Seguridad para restringir el acceso a la sala de solicitantes de asilo del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Según Fernández, esta medida impide que parlamentarios y eurodiputados puedan comprobar de primera mano las condiciones que presentan estas personas.
Podemos ha remitido una carta al Ministerio del Interior para que revierta esta decisión y permita el acceso a la sala de solicitantes de asilo. Fernández considera que esta actitud del Gobierno es «absolutamente inaceptable e intolerable» y le exige que ofrezca «condiciones dignas» a los activistas saharauis.
El Ministro Marlaska Bajo la Lupa de Podemos
La postura de Podemos pone en evidencia las diferencias dentro del Gobierno de coalición en torno a la gestión de la crisis de los activistas saharauis. Fernández acusa a Marlaska de adoptar «políticas de derechas, cuando no de ultraderechas» y de comportarse como lo haría un ministro del Interior de Vox.
Esta crítica de Podemos se suma a las denuncias realizadas por sus dirigentes Ione Belarra e Irene Montero sobre la negativa a permitir el acceso a la sala de solicitantes de asilo. Según Fernández, el Gobierno está actuando de manera «antidemocráctica» al restringir la labor de los cargos electos de Podemos.
En definitiva, la gestión de Marlaska con los activistas saharauis ha generado una fuerte tensión dentro del Gobierno de coalición, con Podemos acusando al ministro del Interior de adoptar políticas más propias de la derecha que de la izquierda. La resolución de esta crisis pondrá a prueba la capacidad de diálogo y entendimiento entre los socios de Gobierno.