El PSOE tirĂ³ de sus «fontaneros» para presionar a Bildu y sacar de la lista a algunos etarras

El trabajo del PSOE ha pasado desapercibido, pero ha sido muy aplaudido a nivel interno. Desde el Partido Socialista se habĂ­an visto envueltos en un autĂ©ntico problema al ver que EH Bildu, uno de lo partidos en los que se apoya para aprobar muchos de los proyectos de ley. Desde Ferraz aplauden el trabajo de «fontanerĂ­a» polĂ­tica que los socialistas han hecho desde que se supo que siete etarras con delitos de sangre iban en las listas. Esos terroristas han renunciado a ir a las elecciones, pero no solo por los problemas que han generado a nivel de imagen, sino porque el PSOE ha puesto a EH Bildu los puntos sobre las Ă­es y les ha exigido cambios si querĂ­an tener capacidad de influencia en las prĂ³ximas elecciones.

Las conversaciones han sido intensas y los comentarios por parte del PSOE, tajantes. Los contactos entre los diputados del Congreso y socialistas de peso en el Parlamento se han dejado ver (sobretodo por vĂ­a telefĂ³nica) a lo largo de una negociaciĂ³n que ha durado dĂ­as y que se ha saldado con la salida de los etarras de las listas. Parece que ha sido voluntario, pero desde el PSOE estĂ¡n muy orgullosos de su labor de «fontanerĂ­a» y presiĂ³n frente a uno de los partidos clave para la gobernabilidad de España. No es la primera vez que miembros del PSOE como Rafael Simancas o Santos CerdĂ¡n se sientan con Oskar Matute o Merche AizpurĂºa para tratar asuntos clave. Sin embargo, esta vez los mensajes han sido mucho mĂ¡s duros.

El PSOE advirtiĂ³ en boca de sus paladines de siempre a Bildu que «con etarras en las listas» serĂ­a mucho mĂ¡s complicado llegar a acuerdos. Llevar a estos terroristas con delitos de sangre a sus espaldas es algo por lo que el PSOE no se planteaba pasar (al menos de momento) y han intentado atajar el problema antes de que se volviera insostenible. Desde el Partido Socialista lo saben: necesitan a EH Bildu para una investidura, tal y como detallan las encuestas. El problema es que con etarras condenados en sus listas hacĂ­a imposible maquillar el discurso. Y es ahĂ­ donde entrĂ³ el plan de Moncloa bien ejecutado por Santos CerdĂ¡n y los suyos.

LAS AMENAZAS DEL PSOE

El secretario de OrganizaciĂ³n del PSOE ya tiene costumbre de tratar con diputados de Bildu, pero esta vez las conversaciones han sido mucho mĂ¡s tensas. El propio presidente del Gobierno, Pedro SĂ¡nchez, lanzĂ³ un mensaje tajante contra el partido de la izquierda abertzale tras conocerse que llevaban nada menos que 44 condenados por terrorismo por pertenecer a la banda armada ETA. Al final solo los que tienen delitos de sangre han dejado paso a otras caras, pero lo cierto es que el PSOE ve esto como un acierto por su parte porque consideran que ha «lavado» la cara del partido nacionalista. Los aplausos han ido a Santos CerdĂ¡n, pero sobretodo a la estrategia de presiĂ³n seguida por el PSOE.

Conseguir el objetivo era clave. Y la amenaza era simple: con etarras con delitos de sangre en las listas no habrĂ¡ pacto que valga. EH Bildu ha conseguido mĂ¡s por ETA, sobretodo con el acercamiento de presos, que lo que consiguiĂ³ en dĂ©cadas la banda terrorista; un discurso que ha calado profundamente y que ha empujado a los condenados por delitos de sangre a alejarse de las listas. AĂºn asĂ­, y pese a que el PSOE les amenazara con vetarles en el Congreso si esto pasaba, lo cierto es que quedan 37 condenados por terrorismo en las listas con los que el PSOE tendrĂ¡ que pactar sĂ­ o sĂ­. Al menos el primer contacto se ha saldado con una concesiĂ³n por parte de los nacionalistas vascos. Ahora el PSOE espera ahondar mĂ¡s y conseguir sacar a todos los etarras que pueda del Congreso para, despuĂ©s, llegar a algĂºn tipo de pacto con ellos y conseguir la investidura (siempre que den los nĂºmeros).