Tampoco en la televisión es oro todo lo que reluce y así lo han demostrado, en más de una ocasión, los colaboradores de Sálvame. El programa de la tarde con más audiencia sabe mover muy bien sus hilos y también premia, a base de dinero, a sus favoritos y los favoritos de los espectadores.
Sin embargo, en la mano de cada uno está luego el saber administrar el dinero de la forma adecuada. Y aquí es donde parece que se diferencian más entre ellos. Mientras unos cuentan con una gran cantidad de empresas, propiedades y liquidez, otros viven en la más absoluta ruina. Pero, ¿cómo han podido llegar a esa situación?
Si tienes curiosidad, esto te interesa. Descubre los colaboradores de Sálvame que se arruinaron por sus excesos.
1Rosa Benito, de Sálvame y los realities a la realidad
El boom de Rosa Benito no tardó en venirse abajo. Durante un tiempo, fue la estrella absoluta de Sálvame, aunque su situación económica nunca fue demasiado buena. Siempre hubo rumores de que esta ruina estaba muy ligada a su marido, del que terminó separándose cuando aún estaba en lo más alto del candelero del programa de las tardes de Telecinco.
La mala gestión de Amador Mohedano hizo que incluso el premio que consiguió tras ganar Supervivientes no le sirviera para nada. Fueron nada menos que 190 mil euros. Sin embargo, se dice que él tenía tantos problemas con Hacienda que el matrimonio tuvo que usar ese dinero para pagar de una vez por todas las deudas contraídas en otros tiempos. Y es que el hermano de Rocío Jurado no tenía para pagar impuestos, por lo que le vino como anillo al dedo el dinero de su mujer.
Después de idas y venidas continuas con el programa, Rosa decidió abandonar Sálvame para dedicarse a una vida más tranquila. De hecho, lo hizo en un par de ocasiones pero, una de ellas, tuvo que volver. Precisamente, debido a esos problemas económicos de los que tan poco le gusta hablar a la familia. Ahora colabora, de vez en cuando, en Ya es mediodía, junto a Sonsoles Ónega.
