Bloqueo en la UE: los líderes no acuerdan un presidente para la Comisión

Donald Tusk, presidente del Consejo europeo, ha mantenido un encuentro con algunos de los líderes políticos como el presidente del Gobierno en España, Pedro Sánchez, la canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés Emmanuel Macron. En el encuentro, previo a la negociación sobre el nombramiento de los principales cargos de la Unión Europea, no ha habido consenso para designar un presidente de la Comisión.

Los jefes de Estado y de Gobierno europeos se reúnen en Bruselas para negociar quienes dirigirán a partir del próximo otoño las principales instituciones comunitarias: Comisión Europea, Consejo, Banco Central Europeo y Alta Representación de Política Exterior. El reparto debe respetar distintos equilibrios de género, ideología y geográficos y determinará también quién presidirá la Eurocámara.

El encuentro informal de Tusk con Sánchez, Macron y Merkel ha servido para exponer la situación y aclarar posiciones de cada familia política, según han explicado a Europa Press fuentes del equipo de Tusk.

De esta forma, el presidente del Consejo europeo ha podido escuchar las líneas rojas de los principales políticos europeos: Sánchez, uno de los negociadores de la familia socialdemócrata; Merkel, en nombre de los populares europeos, y Macron, representando a los liberales.

Tras este breve encuentro, en un aparte de la sala de reuniones a Veintiocho, Sánchez ha convocado al resto de líderes socialdemócratas en la delegación española para informarles de su conversación. Entre ellos, el portugués António Costa, el sueco Stefan Löfven, el eslovaco Peter Pellegrini o el maltés Joseph Muscat.

La cena de los jefes de Estado y de Gobierno en la que abordarán la cuestión de los nombramientos de altos cargos ha comenzado con tres horas de retraso y se espera que se alargue hasta la madrugada, e incluso que continúe el viernes, por las dificultades para encontrar un consenso entre todas las capitales.

RECHAZO AL PPE

El Parlamento Europeo reclama que el próximo presidente de la Comisión sea uno de los cabeza de lista de los partidos europeos a las elecciones de mayo — Weber (PPE), Frans Timmermans (S&D) o Margrethe Vestager (ALDE)–, pero los líderes rechazan automatismos y exploran otros perfiles.

Los ‘populares’ se mantienen firmes respecto a que ese cargo debe ocuparlo su candidato porque son la fuerza más votada en la nueva Eurocámara, pero el resto de grupos les han trasladado este mismo jueves que ninguno lo apoya, lo que coloca la discusión en una situación de bloqueo.

Con el rechazo del resto de familias políticas, la designación de Weber es inviable y supondría, además, desactivar el modelo de los llamados ‘Spitzenkandidaten’, según diversas fuentes, ya que dejaría fuera al resto de cabeza de lista de los partidos europeos.

Con todo, la familia socialdemócrata, que tiene en el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y en el portugués Antonio Costa a sus negociadores, mantiene sus aspiraciones a situar a Timmermans al frente del Ejecutivo comunitario.

En todo caso, los negociadores asumen que sea cual sea el nombre que se imponga para presidir la Comisión deberá ser el de un candidato «capaz» de asumir tareas ejecutivas y que cuente con un amplio apoyo en la Eurocámara, que deberá aprobar por mayoría absoluta la designación.

«Queremos evitar un choque entre el Consejo y el Parlamento Europea», ha asegurado un alto diplomático, para ilustrar la necesidad de que el consenso se dé en las dos instituciones, pero también advertir de que el perfil de la persona elegida será fundamental.

Una de las opciones «más probables», en opinión de varias delegaciones, es que se conceda al PPE la jefatura de la Comisión Europea, para satisfacer a la fuerza más votada en las elecciones europeas de mayo, pero con la condición de que el designado no fuera Weber, sino una persona con un historial de peso y experiencia ejecutiva.

Si el acuerdo no fuera posible de aquí al viernes, cuando concluya la cumbre, se da por hecho que el Consejo deberá reunirse de nuevo de manera extraordinaria al menos una vez más.

El calendario con el que trabajan es estricto y Tusk ha dicho que quiere un paquete que satisfaga a todos antes de que se celebre la sesión constitutiva del Parlamento Europeo, el próximo 2 de julio en Estrasburgo (Francia).

De lo contrario, los eurodiputados podrían verse en la tesitura de verse obligados a elegir a su presidente sin saber quién será la persona que presidirá la Comisión, un escenario al que las partes no quieren llegar.