Cuando Franco ganaba dinero con la venta de huevos del Pazo de Meirás

  • La finca en disputa entre la familia Franco y el Estado fue usada para criar gallinas y vacas.
  • La contabilidad del Pazo descubre que Franco cobraba los beneficios de la explotación agropecuaria.
  • Una anotación de la contabilidad señala que le entregaron al dictador 50.000 pesetas.
  • El dictador Francisco Franco no sólo usó el Pazo de Meirás como residencia en Galicia. También se sacó unas pesetas con la venta de huevos, leche o carne. «Entregado en efectivo a S.E (Su Excelencia) en el día de la fecha: 50.000». Este es el apunte que consta en las cuentas del Pazo correspondiente al 22 de agosto de 1966.

    El Pazo de Meirás es propiedad aún hoy en día de la familia Franco y está gestionado desde hace poco por la Fundación que lleva el nombre del dictador. La polémica sobre la recaudación de fondos que hicieron posible la donación del palacete y estos terrenos a Franco en la posguerra han llevado a iniciativas políticas que podrían dar como resultado que los Franco dejaran de ser sus dueños.

    La última de estas iniciativas es la investigación que ha llevado al descubrimiento de una escritura de compraventa que, según la Abogacía del Estado, es «un texto simulado y completamente nulo«. Esta investigación ha sido la base para presentar un demanda en un juzgado de A Coruña para reclamar la propiedad de la finca a favor del Estado. Este movimiento es el último tras otros anteriores sobre el Pazo, como fue la declaración como Bien de Interés Cultural.

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    En el Pazo de Meirás se mezcló el aspecto público con el privado. Utilizado como residencia veraniega de Franco durante la dictadura, uno de los aspectos que menos se recuerda es que en esta propiedad el dictador también disfrutó de su afición por ser granjero.

    Algunos documentos sobre las cuentas del Pazo se pueden consultar en el Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca, que cuenta con copias que provienen, a su vez, de la Fundación Francisco Franco. Estos apuntes descubren los detalles de la producción agrícola y ganadera de esta propiedad, que no era pequeña. El Pazo de Meirás fue ampliado con varias parcelas adyacentes hasta completar una superficie de unas seis hectáreas.

    Los documentos acreditan que en el mes de agosto de 1966, cuando Franco se llevó 50.000 pesetas, la producción agrícola-ganadera en los siete primeros meses del año ascendió a 118.781 pesetas. Los gastos para sostener el funcionamiento de la granja del Pazo ascendieron a 51. 874 pesetas.

    Franco Meiras
    Cuentas de la actividad agropecuaria del Pazo de Meirás, con el dinero en efectivo que sacó Franco. Fuente: Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca.

    Estos números hicieron posible que en esa fecha, el saldo a favor fuera de 66.906 pesetas y pudiera ser «entregado en efectivo a S.E.» la cantidad de 50.000 pesetas. Del Pazo se vendían huevos, leche, ganado y hasta cañas de pescar, según esos documentos.

    La venta de leche era la que mayores ingresos producía. Franco, en su faceta de granjero, consiguió en los siete primeros meses de ese año 1966 la cantidad de 40.427 pesetas por ese producto. Por otra parte, la partida más importante de gastos de esta faceta agropecuaria del Pazo de Meirás fueron las 21.620 pesetas en jornales y las 15.726 pesetas en piensos para el ganado.

    En las cuentas estaba todo: desde los abonos y sulfatos, al molino, los seguros, los gastos de entretenimiento (mantenimiento), siembra, la contribución (el precedente del impuesto de bienes inmuebles), la herramientas y la gasolina. También se contabilizaron las 750 pesetas para «obsequios diversos».

    FRANCO, MEIRÁS Y LA PINIELLA

    De las cuentas del pazo salieron otros pequeños desembolsos, como un «obsequio conductor Sr. Catoira» de 250 pesetas en enero y 500 pesetas en febrero de ese año. Ricardo Catoira fue secretario general de la Casa Civil de Franco y fue el encargado también de las fincas del dictador. Precisamente, algunos documentos sobre el estado de cuentas del Pazo de Meirás llevan el encabezamiento de la Casa Civil. Nada se dejaba de apuntar, desde la compra de tres hoces o una guadaña hasta la cal o papel de lija entre los gastos, hasta las mil pesetas ingresadas en julio de 1966 por la «venta de 30 gallinas viejas».

    Desde el punto de vista del funcionamiento como granja, Franco utilizó el Pazo de Meirás de la misma manera que la finca de La Piniella. Esta otra finca era propiedad de la familia de su mujer, Carmen Polo. La Piniella está situada en Asturias, pero sus cuentas se llevan a veces desde el Pazo de Meirás, según los documentos de propio Franco.

    En esta contabilidad de la propiedad de Carmen Polo aparece la disposición de fondos que también realizaba Franco. Por ejemplo, el mismo 22 de agosto de 1966 en el que se hizo balance de las cuentas del Pazo de Meirás, se hizo lo propio con La Piniella. Ese mismo día fue de nuevo «entregado a S.E. en efectivo» la cantidad de 60.000 pesetas, 10.000 más de las que consiguió por la producción del Pazo de Meirás.

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    En ese momento, La Piniella gozaba de un saldo favorable de casi 85.000 pesetas, lo que permitió que Franco sacara esa cantidad en efectivo. En esta propiedad los ingresos provenían por la venta de leche, pastos y ganado, aunque también vendían manzanas. Hasta julio, el negocio había producido unos ingresos de 110.425 pesetas.

    Estas dos fincas se encuentran ahora en venta por la familia Franco. LaPiniella está a la venta por cinco millones de euros y el Pazo de Meirás por ocho millones de euros. El edificio de la calle Hermanos Bécquer de Madrid también se encuentra a la venta. En principio el precio fue de 55 millones de euros, pero este ha bajado ya a los 50 millones de euros.