Pedro Sánchez tendrá más difícil gobernar tras el 10 de noviembre después de sus palabras en el debate del pasado lunes. El presidente del Gobierno en funciones se distanció aún más de Pablo Iglesias y pese a no negar un futuro acuerdo con los independentistas, sus palabras respecto a Cataluña han molestado, y mucho, a formaciones como ERC, que el pasado mes de julio se abstuvieron en su investidura.
El discurso de Sánchez viró al centro. El líder del PSOE, pese a la repetición electoral y lo que dictan algunas encuestas (le sitúan por debajo del 26 de abril), mantiene su objetivo de gobernar en solitario. «Estamos aquí porque ninguno de los dos (Casado y Rivera) os abstuvisteis», soltó Pedro Sánchez en más de una ocasión durante el debate. Las diferencias que exhibió con Iglesias, alejan aún más un posible gobierno de coalición de izquierdas.
El líder del PSOE quiere ganarse el beneplácito de la derecha. Él no quiso negarse a un futuro pacto con el PP o incluso con independentistas, para no cerrarse ninguna puerta. Sin embargo, Pablo Casado sí lo hizo. Mientras el presidente en funciones callaba, el del PP le comentaba a Iglesias que no se produciría una gran coalición. De ser así, sería otro problema más para Sánchez, que no sólo se alejó de Iglesias, sino también de los independentistas.
SÁNCHEZ ENFADA A RUFIÁN
Las palabras de Rufián este martes dan buena fe de ello. «Con este Sánchez y este PSOE no se puede hablar», ha señalado el candidato de ERC en una rueda de prensa en la ACN. Aunque eso sí, no ha descartado la abstención, como ya hizo en julio, para evitar lo que para él sería un mal mayor: un gobierno de las tres derechas.
«A día de hoy decir ‘sí’ a Cataluña y estar a favor de Cataluña es decir ‘no’ a Sánchez, es estar en contra de este Sánchez y de este PSOE», ha comentado Rufián. El líder de ERC quiere que las urnas castiguen a Sánchez para hacerle cambiar de opinión: «Para coger a Sánchez y sentarlo en una mesa de diálogo y negociación tiene que estar derrotado, tiene que perder, tiene que no poder escoger. Es pura demoscopia».
Rufián ha criticado todas las referencias que Sánchez hizo de Cataluña. Desde la implantación de una asignatura en educación en valores civiles, constitucionales y éticos, hasta reformar el Código Penal para penalizar referéndums ilegales. «Eso es criminalizar el voto», ha señalado Rufián. «Si pide que un referéndum sea delito significa que ahora no es delito. Ergo significa que hay nueve personas en la cárcel de manera completamente injustificada», ha zanjado.
Las diferencias con Iglesias y las palabras en el debate respecto a Cataluña, complican aún más el futuro de Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno en funciones fía todo a la abstención de la derecha para que gobierne la lista más votada, aunque por el momento Casado descarta esa opción.