Día Mundial de la Enfermería: los grandes dramas que han sufrido con el Covid-19

No hay mejor época de homenaje para la enfermería en nuestro país que ésta, desgraciadamente. Cada día a las 8 de la tarde salimos a aplaudir para agradecer la gran labor y el sacrificio de este vital colectivo. Hoy es el Día Mundial de la Enfermería y vamos a repasar los grandes dramas que han sufrido con el Covid-19. Lo siguen sufriendo, porque la lucha sigue pero que sirva también de homenaje para los miles y miles de enfermeras y enfermeros que cuidan cada hora y cada día de los pacientes en habitaciones y UCIs, que ven nacer nuevas vidas, que cuidan en los tratamientos o que te acompañan en los últimos momentos. Están no sólo en hospitales al pie del cañón, sino también en residencias, en cárceles, en escuelas o en instituciones y empresas. Pero con el Covid-19 han sufrido los peores dramas imaginables en su carnes y en la de los que cuidan.

 

3
Drama de duras jornadas y agotamiento

enfermeras vacunar

Se hicieron virales las imágenes de enfermeras y enfermeros con el rostro marcado por la dura jornada y las señales de las capuchas o gafas protectoras que deben de llevar en todo momento. Jornadas maratonianas, doblando turnos, rotando, con apenas las horas justas para ir a casa, ducharse y dormir. «Estamos agotados físicamente. Y el agotamiento emocional está dejando una huella que va a ser muy difícil que se nos vaya», declaraba hace unas días María Luz Flores, enfermera en el Hospital San Cecilio de Granada. A eso hay que sumar que el sueldo medio de un profesional no es precisamente alto.