Día Mundial de la Enfermería: los grandes dramas que han sufrido con el Covid-19

No hay mejor época de homenaje para la enfermería en nuestro país que ésta, desgraciadamente. Cada día a las 8 de la tarde salimos a aplaudir para agradecer la gran labor y el sacrificio de este vital colectivo. Hoy es el Día Mundial de la Enfermería y vamos a repasar los grandes dramas que han sufrido con el Covid-19. Lo siguen sufriendo, porque la lucha sigue pero que sirva también de homenaje para los miles y miles de enfermeras y enfermeros que cuidan cada hora y cada día de los pacientes en habitaciones y UCIs, que ven nacer nuevas vidas, que cuidan en los tratamientos o que te acompañan en los últimos momentos. Están no sólo en hospitales al pie del cañón, sino también en residencias, en cárceles, en escuelas o en instituciones y empresas. Pero con el Covid-19 han sufrido los peores dramas imaginables en su carnes y en la de los que cuidan.

 

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Drama de problemas en casa y conciliación

enfermeras

Y tras la dura jornada llegaba la menos dura y breve estancia en casa. A los casos, aunque más puntuales, de insolidaridad por el miedo a que las enfermeras y enfermeros llevaran el Covid-19 al edificio, se sumaba el miedo personal a contagiar a los tuyos. Por eso en muchos casos por precaución además se aislaban voluntariamente en una habitación para tener el menor contacto posible con los que conviven. El otro gran drama y problema doméstico fue la conciliación laboral, acentuada al límite por el cierre total de la actividad escolar y laboral. El Sindicato de Enfermería reclamó a ayuntamientos medidas para que se hicieran cargo de los hijos de este colectivo porque en muchos casos apenas podía ver a sus hijos en todo el día.