Todos los hacen, da igual el signo político. Se puede ser de izquierdas, de derechas o nacionalista, pero cuando un partido se asienta en el poder, empiezan a llover los cargos de confianza. Ahora, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acaba de enchufar a su mejor amigo, José Ignacio Carnicero, en un alto cargo,según ha adelantado el diario ABC. Pero lo ha hecho inventándose una nueva dirección general en el Ministerio de Transportes de José Luis Ábalos con la que podrá disfrutar de un elevado salario público durante lo que resta de legislatura, siempre que Sánchez sea capaz de aprobar unos nuevos presupuestos. A este dedazo se le suma otro que también tuvo lugar en Transportes, el de Koldo García Izaguirre, que pasó de portero de un local a consejero de Renfe sin tener ninguna preparación aparente para el puesto. Para que luego digan que el PSOE no crea empleo.
El nombramiento de Carnicero ha hecho saltar todas las alarmas. El nepotismo se ha convertido en una práctica habitual en la política española. Ahora, el Ministerio de Transportes cuenta con una nueva Dirección General de Agenda Urbana y Arquitectura que dirigirá un viejo amigo de Sánchez, ya que se conocen desde los nueve años e incluso llegaron a jugar juntos en un equipo de baloncesto: el Estudiantes. Aún así, el nombramiento de Carnicero guarda cierto decoro, ya que al menos sí es arquitecto; pues a Koldo no se le conoce relación alguna con el ámbito de los trenes.
Carnicero es doctor en arquitectura por la Universidad Politécnica de Madrid desde 2015. Y pese a que se han inventado una nueva dirección general para colocarle, al menos mantiene cierta preparación y relación con el cargo que ostentará en Transportes y que le reportará nada menos que 90.000 euros brutos anuales, un salario similar al del presidente del Gobierno.
El caso de Koldo era bien distinto, pues este socialista con un pasado turbio con alguna que otra condena por actos violentos ascendió por su relación con el ministro de Transportes, José Luis Ábalos. Hay quien desde la oposición señala que su papel durante la llegada al aeropuerto de Barajas de la número dos del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez, fue clave para el nombramiento, pero lo cierto es que incluso Ábalos reconoció que el cargo de consejero de Renfe era un premio por su lealtad. De hecho, hasta la mujer de Koldo García Izaguirre, Patricia Úriz, ha conseguido un puesto de ayudante de secretaria en el Ministerio de Transportes de Ábalos.
No es nuevo que el nepotismo invada los ministerios. Lo extraño es lo contrario, y más relacionado con los cargos de confianza. En relación con ese Delcygate, también hay más coletazos que se están viendo en forma de enchufes. David Blanes González, quien es ahora nuevo jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Madrid, era el jefe de la Unidad Fiscal y Aeroportuaria la noche en que el avión de la vicepresidenta de Venezuela. Y ahora, ostenta un cargo de confianza para el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
El PSOE, por el momento, se centra en resaltar y recalcar la validez de todas estas personas para estos cargos que cobrarán un sueldo público al menos en lo que queda de legislatura, a la espera de que llegue un nuevo partido y coloque a otros en esos puestos de confianza que se rifan en base a las relaciones personales.
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También en el ministerio donde acaban todos los impuestos de los españoles que luego riegan los salarios de los dedazos de los partidos políticos hay cargos de confianza. El Ministerio de Hacienda oferta puestos de libre designación que generalmente suelen ser solicitados por los propios funcionarios de carrera. Sin embargo, hay veces en los que estos puestos ya están asignados de antemano por los altos cargos de la cartera.
Durante esta campaña de la declaración de la renta, el Departamento de Informática del ministerio ha concedido seis cargos a dedo de los que fuentes del ministerio aseguran que ya estaban concedidos de antemano.